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El liberalismo ético de Marañón

Una exposición en la Biblioteca Nacional recuerdael perfil humanista del médico a los 50 años de su muerte

PAULA CORROTO

'El liberal tiene virtudes radicales que hacen progresar el mundo'. Esta frase, garabateada en sus hojas de apuntes, resume el pensamiento ideológico y político de Gregorio Marañón (1887-1960). Este médico y ensayista siempre defendió el liberalismo, pero no con el sentido semántico que se le atribuye hoy la oferta y la demanda como mantra supremo, sino a partir de su espíritu ético. 'Su ideología estaba basada en la tolerancia hacia las ideas de los demás. Intentaba entender a los otros, aunque no compartiera su pensamiento', explica Antonio López Vega, director de la Fundación que hoy guarda el legado del pensador.

En el 50 aniversario de su muerte, la exposición Marañón. 1887-1960. Médico, humanista y liberal, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) en la Biblioteca Nacional, rescata precisamente el pensamiento tolerante del médico, que tras vivir de forma apasionada la llegada de la II República, tuvo que lidiar con un franquismo, 'que le permitió muchas cosas como la defensa de los exiliados por ser una figura internacional consagrada', apostilla López Vega, que también ha comisariado la muestra junto al historiador Juan Pablo Fusi.

'Era liberal porque intentaba entender a los demás', dice el comisario Vega

Dividida en siete apartados, esta exposición hagiográfica trocea a Marañón a ritmo de sus frases célebres, fotografías y cuadros de sus compañeros de viaje intelectual, pintados por Zuloaga y Sorolla la generación del 14 formada por José Ortega y Gassett y Ramón Pérez de Ayala, entre otros, los libros que le convirtieron en una eminencia como endocrino y algunos manuscritos inéditos. Entre ellos, su expediente académico (con resultado de sobresaliente), su tesis doctoral basada en el comportamiento del tiroides y su ensayo sobre el donjuanismo. También hay una reproducción de su laboratorio, su consulta y la sala policlínica que tenía en el Hospital General de Madrid, centro que hoy lleva su nombre. Un documental elaborado por José Luis López Linares pone imagen y sonido a la vida del ensayista.

El perfil que se obtiene de Marañón en esta muestra es el de un médico que, aunque en un principio no estuvo muy interesado por la política, el contexto social le obligó a manifestarse. Una de sus primeras acciones, documentada con fotografías y textos en la exposición, fue una excursión a la región de Las Hurdes junto al rey Alfonso XIII en 1922. Marañón pretendía que el monarca viera de primera mano el rostro del hambre, la miseria y la enfermedad en su país. Un año después, el golpe de Miguel Primo de Rivera le llevaría a pasar un mes enla cárcel.

La muestra reúne manuscritos inéditos comosu tesis doctoral

Marañón tenía la idea de una España plural. 'Nací en península de los altos y tristes destinos, por eso amo tanto España, porque conozco hasta los más remotos hontanares de su alma y de su tierra. Por eso también creo en ella', escribió. Esta ideología hizo que durante la Guerra Civil 'señalara que los vencedores debían mostrar generosidad hacia los vencidos', recuerda el comisario López Vega. En una entrevista publicada en el diario mexicano Excelsior en 1958, Marañón apuesta por una restauración de la monarquía y por dar impulso a los jóvenes. 'El régimen le viene chico a España (...) Hay un espíritu de progreso y en él fundo mi optimismo', declaró.

La muestra estará en Madrid hasta el 6 de junio. Después viajará a Santander y en otoño recalará en Toledo, la ciudad en la que escribió algunos de sus libros que hoy han quedado como herencia del liberalismo ético.

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