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La revolución juvenil de Picasso, Dalí y Miró

Una muestra analiza la actitud rupturista de los tres artistas

DANIEL DEL PINO

Es la historia en común de tres genios contada desde el final, desde un encuentro en París en 1926 cuya existencia no es más que un susurro en un relato. Y ahora, Picasso, Miró y Dalí, reunidos en Florencia, comparten de jóvenes, pese a la diferencia cronológica que los separa, un destino narrado a través de la transformación de sus obras ante los nuevos desafíos de la modernidad.

Eugenio Carmona, comisario de la exposición Picasso, Miró, Dali, giovani e arrabbiati. La nascita della modernità, que se inaugura el próximo sábado en el Palazzo Strozzi de Florencia, lanza un aviso para evitar juicios preventivos: 'El propósito de esta muestra no es decir que los tres artistas pintaran lo mismo, sino que ante las exigencias artísticas del mundo que les tocó vivir, ante los mismos problemas [en sus épocas de juventud] fueron capaces de dar soluciones propias' ante la evolución del arte sin negarse a fundirse 'con el clasicismo'.

«Dieron soluciones propias ante la evolución del arte», dice el comisario

El susurro que sirve de 'punto de llegada' para la exposición es el de la Vida secreta de Salvador Dalí por Salvador Dalí. Carmona recuerda que el artista de Figueras, con tan sólo 22 años, confesó en su autobiografía su visita a Pablo Picasso en la primavera de 1926 en París. Y que ese mismo año, el propio Dalí también empezaba a hablar de Miró como un artista emergente, con 33 años. El pintor malagueño, para entonces tenía45 años y era un artista consagrado.

La muestra comienza con un primer pensiero, como quiso definirlo Carmona, titulado Psicomaquia. Cuando Dalí afirma que fue a ver a Picasso. Aquí trata de representar la interpretación que Dalí hizo de la obra de Picasso entre 1925 y 1927 a partir de una obra: Composición con tres figuras. Academia neocubista de Dalí.

Los bocetos de Las señoritas de Avignon' muestran al Picasso más joven

La primera etapa del recorrido quiere demostrar la encrucijada artística y psicológica en la que se encontraban los tres protagonistas pese a su diferencia de edad. Dalí batalla entre lo clásico y lo surreal, Picasso entre el cubismo y las formas orgánicas y Miró había empezado a cruzar el límite de los medios plásticos tradicionales hacia el tipo de pintura diversa, que acabaría por caracterizar su carrera.

De esa lucha se pasa entonces a Miró. Dalí. Genius Loci, que muestra una historia de adaptación a los primeros ismos entre paisajes, bodegones y figuras de los dos protagonistas más jóvenes durante los años que van de 1915 y 1924. 'Dalí pinta los paisajes de Cadaqués recurriendo al impresionismo y luego evoluciona contestando a la demanda del noucentismo, y Miró, que rechazaba el idealismo de Dalí en 1918, opta por cosas que no están a la moda sin importarle', explica el comisario.

Cuando Miró se cruzó con Picasso. Barcelona 1917 es el tercer episodio. Ambos coincidieron por azar en Catalunya y Miró, que empezaba a emerger, hace una relectura del cubismo de Picasso. La última parte se dedica por completo al Picasso más joven, con un espacio privilegiado al cuaderno de bocetos de Las señoritas de Avignon. Y del principio se pasa al epílogo, que representa el fin de la formación de los tres artistas con una obra de cada uno, ya consagrados.

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