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"No juzgamos a nadie, sólo cantamos"

Los mallorquines Antònia Font, tras cinco años sin material inédito, editan el disco 'Lamparetes', un canto al progreso

TONI POLO

Tras cinco años sin nuevas canciones y tres y medio desde la majestuosa gira del recopilatorio Coser i cantar, en 2008, los mallorquines Antònia Font regresan con Lamparetes. Pau Debon, cantante, y Joan Miquel Oliver, guitarra, compositor y letrista, coinciden en que el listón quedó muy alto, cosa que les produce todo el respeto del mundo, pero ningún miedo: 'Hemos dado un paso más para despojarnos de cualquier planteamiento estilístico, temático o de género', explica Oliver.

Después de la gira necesitaban desconectar. Los cinco miembros (los dos citados más Jaume Manresa, Joan Roca y Pere Manel Debon) estuvieron un año sin ensayar, cada uno por su lado. 'A lo mejor coincidíamos en algún bar, pero ni siquiera quedábamos', dice Oliver. Un año después, el compositor los llamó. Tenía algo. 'Nos reunimos y nos explicó la nueva idea, sobre la que empezamos a trabajar', recuerda el cantante.

'Seríamos universales si todo el mundo hablara el catalán de Mallorca'

Lamparetes es un disco con el sello inconfundible del grupo y repleto de nuevas historias cercanas, extrañas, entrañables... 'Cada melodía, cada palabra ha requerido darle cien vueltas', comenta el autor. 'Lo que ha quedado son pequeños momentos gloriosos, unos cinco minutos de cada dos semanas de dedicación absoluta', de un trabajo pausado y meticuloso para crear un 'lenguaje poético abstracto'. Si fuera un cuadro, el disco sugeriría un Dalí... 'Sí, pero el surrealismo tira de símbolos relacionados con el psicoanálisis, o con sueños. Nosotros, no'.

Es un disco diferente ('sería una tragedia hacer siempre la misma película', apunta Oliver), pero el tono y el estilo son los suyos: 'No podemos sonar de otra manera. Es inevitable', sostiene Debon. Lo universal y lo global coinciden con lo local: 'Los protagonistas de las canciones son hombres que añoran a sus mujeres', dice Debon; de hecho, el disco estuvo a punto de titularse Homes. 'Queremos decir que el que planta la bandera en el Polo Sur es un tipo como un mallorquín cualquiera', explica el letrista. De ahí a ser universales hay mucho: 'Universales fueron los Beatles porque Inglaterra dominó el mundo muchos siglos. Si todo el mundo hablara el catalán de Mallorca, seríamos nosotros', bromea Oliver.

'Lo que queda en cada canción son los momentos gloriosos de la composición'

Los personajes del disco fueron pioneros, porque aportaron soluciones culturales: Clint Eastwood, Abraham Lincoln, un farero balear o Vito Corleone... 'No juzgamos a nadie, sólo cantamos', matizan. Pero si de todo ello sale un mensaje, este es un canto al progreso: 'A la civilización le debemos mucho. Somos animales civilizados y renunciar a ello es una pose: ahora está muy de moda convertir progreso en sinónimo de destrucción'.

Oliver reconoce que no escucha mucha música. Por eso es difícil encontrarle influencias. Sin embargo, van saliendo: 'Kiko Veneno es esencial, es quien abrió las letras a los temas cotidianos y ha influido en muchos: Estopa, Extremoduro, Muchachito... Otros se limitaron a copiarlo'. Y salen más nombres que comparten universo: Sisa, Quimi Portet, Pau Riba...

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