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El Reina Sofía premia la poesía secreta de Cuba

El galardón distingue a Fina García Marruz, representante del grupo poético cubano más importante del siglo pasado.

BRAULIO GARCÍA JAÉN

La cubana Fina García Marruz (La Habana, 1923), una de las dos últimas supervivientes de Orígenes, el grupo poético cubano más importante del siglo XX, obtuvo ayer el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Tanto el jurado que la premió, como la condecorada, reconocen que el galardón es un homenaje también a sus compañeros de generación. 'Es un homenaje para todos nosotros: para Lezama Lima, Eliseo Diego, Cintio [Vitier] y Gastón Baquero, y eso es lo que más me conmueve', decía ella por teléfono a Público desde el Instituto de Estudios Martianos de La Habana donde sigue yendo cada mañana, y ayer también cumplía 88 años, a trabajar. Por la tarde trabaja en casa.

García Marruz, poeta 'secreta', que confiesa que ha escrito 'muchísimas más cosas' de las que ha publicado, era también la esposa de Cintio Vitier, a cuya sombra siempre se sintió cómoda. Vitier, 'uno de los grandes intelectuales del castrismo', según recordó Luis Antonio de Villena, miembro del jurado, murió en 2009. La única obra de García Marruz publicada en España, El instante raro, una antología editada por Pre-Textos en 2010, le costó al editor Manuel Borrás 20 años de insistencias: 'De hecho, primero publiqué cuatro libros de su marido', contó a este diario.

Fina García Marruz ya fue candidata al premio Cervantes en 1989

'La claridad de su poesía tiene mucho más calado metafísico del que aparentan', según Borras. 'Fina es una poeta que ha vivido para adentro', aseguró Villena. 'Mi obra está incompleta. Primero porque sigo viva, pero también porque no está todo lo importante. Tengo muchísimas cosas que considero más significativas que lo que he publicado y que me gustaría añadir algún día', dijo la autora de El peso de las cosas en la luz (publicado en Argentina). Para la también poeta cubana y antóloga de El instante raro, Milena Rodríguez, su poesía logra el milagroso equilibrio entre lo pequeño y lo trascendental.

No es cierto, sin embargo, que sea la única superviviente de Orígenes, como decían ayer muchas informaciones. Lorenzo García Vega (Matanzas, 1926), exiliado en Miami, representa el ala disidente del grupo, de la que también formó parte hasta su muerte en 1979 Virgilio Piñera. En el ala comandada por Lezama Lima, de la que sin duda forma parte García Marruz, estarían esos otros recordados ayer.

'Este premio es también una oportunidad, indirecta si se quiere, para alabar esos cambios que se están produciendo dentro del régimen en Cuba y que merecen nuestro apoyo', aseguró Daniel Hernández, rector de la Universidad de Salamanca, una de las instituciones convocantes junto a Patrimonio Nacional. Villena subrayó que el cristianismo de Marruz, algo que según Milena Rodríguez comparte con sus compañeros de grupo, representa parte de las contradicciones de la Cuba actual. Villena: 'Teniendo en cuenta todas esas razones y buscando conciliarlas, se ha querido premiar también a Orígenes'.

'Es una poeta que ha vivido para dentro', según Luis Antonio de Villena

Desde el Instituto donde sigue entregándose al estudio de una de sus grandes pasiones, la obra de su compatriota José Martí (1853-1895), García Marruz recordó también la figura de Juan Ramón Jiménez, a quien conoció en La Habana cuando tenía 13 años y que fue, para ella y para los que luego serían sus compañeros de grupo, 'la revelación de la poesía'. En esa conferencia conoció también a su marido: 'De no ser por Juan Ramón no tendría la larga y extensa familia que tuvimos', explicó riéndose. Por eso, dijo, y porque 'en español he aprendido a hablar y a conocerlo todo', le emociona que el reconocimiento llegue desde la Península. 'Ojalá que algo de lo que publiqué ahí en España les sirva'.

La vigésima edición del premio, dotado con 42.100 euros y cuyos candidatos proponen las academias de la lengua de cada país, se entregará en otoño en Salamanca. 'Si me queda alguna gota de salud, que ya la tengo bastante quebrantada, iré sin falta', contaba al teléfono quien, también por motivos de salud, no pudo acudir este año al Festival Cosmopoética celebrado en Córdoba a principios de este mes. La misma ley no escrita que apuntaba que el Cervantes de 2010 iría a un autor español, y lo recogió el pasado miércoles Ana María Matute, se ha cumplido esta vez al premiar con el Reina Sofía a esta autora latinoamericana: la ley dice que los galardones caen cada año a un lado distinto del Atlántico. Aunque como toda ley, ha tenido sus excepciones.

Su editor español tardço 20 años en convencerla de que publicara su obra

No es, sin embargo, el primer gran premio de este calado que recibe García Marruz: en 2007, Chile la distinguió con el prestigioso Pablo Neruda de Poesía Hispanoamericana, con lo que ese 'oculto tesoro' que, según el crítico que mejor conoce su obra, Jorge Luis Arcos, suponía todavía su obra fuera de la isla a principios de este siglo, empezó a leerse con otros acentos latinoamericanos. En España, aunque ya había sido nominada al premio Cervantes en 1989, las palabras de Arcos han encontrado por fin su desmentido oficial.

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