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Una Virgen convertida en la muerte

La exposición se encuentra en la Nueva Escuela de Santa María de la Misericordia

P. C.

Cuando Miguel Ángel creó su Piedad en 1498 nunca imaginó que cinco siglos después otro artista cambiaría el rostro doloroso de la Virgen por una calavera. Ni que el moribundo Jesucristo tomaría el aspecto del propio escultor carcomido por todo tipo de insectos. Jan Fabre se ha atrevido con el sacrilegio en una pieza que ya levantado cierta polvareda de cara a la 54ª Bienal de Venecia, que comienza el 1 de junio.

La exposición se encuentra en la Nueva Escuela de Santa María de la Misericordia, un templo elegido por Fabre 'por su relación de significado con la piedad', explica. El acceso a la muestra debe hacerse con unas pantuflas para mantener el silencio espiritual que exige el artista. Una vez dentro, en la planta de salón de la Escuela se hallan dispuestos cuatro enormes cerebros de los que salen cruces como símbolo de diferentes creencias: el paganismo, el catolicismo, el credo chino y el japonés. Al final el espectador se topa con la Piedad calavérica. Una especie de capullos demariposas circundan las esculturas. Todas están hechas con mármol de Carrara.

'La calavera de esta Piedad' es un símbolo del memento mori''

'La Piedad es una simbiosis entre el arte flamenco y el italiano. La calavera representa el memento mori, la mortalidad ineludible del ser humano. Y el hombre con ese traje representa la entrada en la muerte. Es el momento post mórtem de la vida', explica Fabre,que alude estos significados a las dos veces que estuvo en coma.

Los cerebros son también para él 'pequeñas Piedad', ya que, según su razonamiento, es en las neuronas donde se desarrollan nuestros sentimientos de compasión y empatía hacia el otro. 'Esta no es una exposición anticatólica. Hay referencias religiosas, sí, pero en sentido positivo. Jesucristo es el modelo del hombre compasivo y en el arte es, además, el primer cuerpo', aclara.

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