Cuando un creador reconoce sin prejuicios que su último trabajo le ha salido 'muy comercial' es hora de preocuparse. ¿Qué ocurre en el mundo de la moda? ¿Dónde ha quedado la faceta artística? Desde luego la preocupación no es por una cuestión de ventas, porque según el diseñador Modesto Lomba, 'de estas colecciones se vende hasta la última pieza'.

La crisis económica de la que se queja en masa todo el sector, para la firma Devota & Lomba es relativa: 'acabamos de contratar a dos modistas y una patronista, con la cantidad de proyectos que tenemos era necesario'.

Aunque Cibeles nunca fue ese amable lugar donde presentar su colección, Modesto Lomba -formó parte de la disidencia de la pasarela madrileña en 1999- ahora se mueve por ella como pez en el agua como presidente de la Asociación de Creadores de Moda Española. Más que eso, puede presumir de que en la Cibeles de hoy en día se disfruta de todo lo que él y sus compañeros disidentes (Roberto Verino, Ángel Schlesser, Jesús del Pozo y Antonio Pernas) exigieron a la organización: 'un día para los jóvenes diseñadores y lo tenemos en El Ego, dos pasarelas, la nomenclatura Cibeles Madrid Fashion Week para ayudar a internacionalizar y el desfilódromo que es un lugar fijo: IFEMA', explica el diseñador en el backstage horas antes de que su colección más verde -inspirada en la naturaleza- pise la pasarela en la cuarta jornada de la semana de la moda madrileña.

¿La moda es arte? 'Ropa hace mucha gente, yo no subo a la pasarela un muestrario sino una colección con espíritu y personalidad, no es sólo vender vestiditos', argumenta convencido. El tiempo parece darle en cuanto a crear arte, si no la razón, sí un bagaje profesional: 'Llevo 25 años intentándolo en la pasarela y creo que lo consigo muchas veces'. Para que la moda española pueda estar a la altura de la de países como Francia o Italia según Modesto Lomba necesita 'mucho tiempo y trabajo y sobre todo, entender lo que entienden perfectamente los americanos y es que este es un sector que tenemos que cuidar, desde los periodistas a los diseñadores, la organización y el estado'.

'Lo que nosostros hacemos es 'prêt a porter' de alta costura y eso, la gran masa, no tiene por qué entenderlo'

La clave de la internacionalización de la moda española para el diseñador es entender la cultura como industria y ser capaces de ver cómo los diseñadores devuelven a la sociedad - contraprestación a sus ayudas en forma de subvención- 'una imagen de modernidad'. Además, el diseñador piensa que los artistas de la moda, como Francis Montesinos o Jesús del Pozo, 'son patrimonio nacional tanto como los grandes pintores o arquitectos'.

La moda parece incapaz de quitarse de encima la fama de disciplina elitista, ¿es una cuestión de educación? 'Lo que nosotros hacemos es prêt à porter de alta costura y eso, la gran masa -de la que me siento partícipe en otras áreas- no tiene porqué entenderla', explica Lomba. Pero aunque pueda parecer que ser entendido por el mayor número posible de personas es algo que interesa al sector, el diseñador disfruta cuando determinadas personas no comprenden lo que ha hecho, 'si me entienden me siento como si hubiese hecho algo mal'. ¿Cómo se puede ser artista y no querer ser comprendido? 'Gaudí murió sin ser entendido'. Lo que la gran masa entiende, según Lomba es lo que se vende en las tiendas, pero él cree que eso 'solo interesa a las tarjetas de crédito'.