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Eduardo Mendoza aterriza en el Planeta

La novela ganadora se situa en el Madrid de 1936 y aparecen espías soviéticos y los creadores de la Falange

LÍDIA PENELO

Ni una estrella mediática, ni una cara bonita que juega con las palabras, ni un autor de artículos divertidos pero soporíferas novelas, ese no es el perfil del ganador del Premio Planeta 2010. Eduardo Mendoza, un hombre discreto que se siente más cómodo entre los corredores de maratones que con los velocistas, fue distinguido este viernes por la noche con el galardón de novela que despierta más expectativas y rumorologías del panorama literario español. Y es que los 601.000 euros de dotación dan fuelle a todo tipo de especulaciones.

El nombre de Mendoza no apareció en las quinielas de posibles ganadores hasta pocas horas antes de la concesión del premio, y las habituales elucubraciones incluso apuntaron que entre partido y partido del Mundial, la periodista Sara Carbonero había mandado un manuscrito al grupo editorial presidido por José Manuel Lara Bosch.

La novela, que será publicada bajo el título Riña de gatos, es la ganadora de la edición número 59 de un Premio otorgado al final de una cena de las que reciben a los invitados con larga alfombra (azul, no roja) y copa de cava. El autor, nacido en Barcelona en 1943, que de joven ejerció de abogado y que revisando expedientes aprendió el recurso literario de contar un suceso a base de detalles marginales, desde esta noche se suma al plantel de autores que cuentan con un Planeta.

El jurado del Premio, integrado por Alberto Blecua, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs, Carlos Pujol y Ángeles Caso, que sustituye a Álvaro Pombo en esta edición, tuvo motivos de debate: según contó Ángeles Caso, ganadora del año pasado, la deliberación giró alrededor de cuatro novelas, hasta que se decantaron finalmente por la historia de Mendoza, que presentó la novela con el título de La muerte de Acteón y bajo el seudónimo de Ricardo Medina.

La novela premiada transcurre en Madrid y arranca en la primavera de 1936. El protagonista es Anthony Whitelands, un joven inglés experto en pintura española antigua que viaja a España para valorar los cuadros de un aristocráta. Pero lo que se encuentra este joven inocente es una capital donde ya se palpa Guerra Civil. Durante su estancia conocerá a José Antonio Primo de Rivera y a otros golpistas, y de mero testigo pasará a convertirse en una pieza clave en la historia de España, ya que de su autenticación del cuadro y de la tasación que haga del mismo dependerán la financiación y éxito del golpe.

El Mendoza de La ciudad de los prodigios también está presente en la novela, con ese sentido del humor que utiliza para tratar con seriedad los capítulos más indeseables del ser humano. En este caso uno de los más oscuros de la historia de este país, la gestación de la sublevación, de la que el próximo año se cumplirán 75 años.

En opinión de Ángeles Caso, esta es una historia de enredos en la que aparecen la financiación de la Falange y el espionaje soviético. 'La trama es compleja y está llena de situaciones de humor, incluso hay momentos paródicos porque el protagonista no sabe nada de la situación', argumentó la escritora una vez terminada la ceremoniosa entrega del Premio. 'Claro que el Planeta es un premio comercial, lo otorga una editorial y no una institución, pero lleva muchos años apostando por autores de peso. El recién Nobel Mario Vargas Llosa también lo ganó', sostiene Caso.

Salgari y Verne despertaron la pasión por la escritura en Mendoza, pasión que terminó por convertirse en su oficio. A lo largo de su trayectoria ha escrito obras como La verdad sobre el Caso Savolta (publicada en 1975 y aclamada como una obra maestra que anunciaba el surgimiento de un gran autor) y de El año del diluvio, dos novelas que le han erigido como una figura capital de las letras españolas. Títulos que combinó con novelas 'menores', como El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas, y La aventura del tocador de señoras.

La valenciana Carmen Amoragas (Picanya, 1969) quedó finalista con la novela La primera vez no te conocí presentada con el seudónimo Lord Jim. La protagonista de esta historia es una mujer cuya hija ha sufrido un accidente de coche. La trágica situación la lleva a recordar el pasado y las turbulentas relaciones que mantuvo con la joven. Amoragas recibió el Premio de la Crítica Valenciana por La larga noche y quedó finalista del Nadal por Algo tan parecido al amor en 2007.

'Este año el finalista no eclipsará al ganador', bromeaba uno de los invitados.

Un comentario preñado de argumentos, ya que en ediciones anteriores la obra del segundo premiado despertó más interés literario que la del elegido: así sucedió en 2005 entre Maria de la Pau Janer y Jaime Bayly.

Que el ganador sea Mendoza fue una grata sorpresa para los invitados que este viernes acudieron al Palau Congresos de Catalunya, entre los que estaban la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y muchos autores vinculados con los distintos sellos del grupo. Con o sin crisis, y a pesar de la preocupación por la regulación de la propiedad intelectual, la editorial Planeta consigue, entre otras cosas, que Ana María Matute y Risto Mejide cenen juntos. Al menos por una noche.

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