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La eternidad se escondía al final de la pasarela

Oriente y el siglo XX marcan las tendencias del próximo invierno

ROCÍO PONCE

'Habría que extraer de la moda lo que esta pueda contener de poético en lo histórico, obtener lo eterno de lo transitorio', decía Baudelaire. Y tras la segunda jornada de la que antes llamábamos Cibeles, se confirma la teoría del poeta francés: a los diseñadores españoles les va lo eterno. Sus inspiraciones provienen mayoritariamente de las mismas épocas o movimientos socioculturales. Oriente, principios del siglo XX y los años cuarenta y cincuenta son la base de sus colecciones. Eso sí, como siempre dicen: 'Trayéndolo a la actualidad'.

Unos, como los hermanos Ailanto, se fijan en el estilo artístico Chinoiserie para sus estampados en acabados brillantes o para marcar la cintura de sus diseños de corte oriental. Mientras, Lemoniez se afana en unir Oriente con Rusia y el estilo de la mujer de 1900. Por las antiguas tierras de los zares han debido pasearse bastante los creadores españoles, porque rara es la colección en la que no aparecen aplicaciones de piel en las prendas.

Torretta se inspiró en el pintor de los cincuenta Pierre Soulanges

Para el diseñador argentino Roberto Torretta la historia de su colección nace de 'las pinturas del artista de los cincuenta Pierre Soulanges'. Superado el ecuador de la jornada cibelina, llegaba Juanjo Oliva, que ha dejado a una lado a sus divas de los años veinte para plantar cara a la temporada otoño-invierno 2012/2013 con un estilo más casual plagado de color (naranja, azul, mostaza, negro y azul eléctrico).

Esa renovada urbanidad de Oliva no le ha restado un ápice a su estilo Mad Men, que se recupera en los ceñidos vestidos y las faldas lápiz. La misma 'feminidad estricta de los años cuarenta' que le sirve a Ángel Schlesser para mezclar tejidos y estilos (deportivo y urbano).

La firma de lencería Andrés Sardá celebra este año su 50 aniversario

La firma de lencería Andrés Sardá celebra este año el 50 aniversario de su creación. Nuria Sardá, tras 15 años al frente de la empresa familiar, volvió a conseguir uno de los shows más espectaculares de la semana de la moda. 'Hemos hecho un concurso de baile', explica. Danza española, latina, vals y tango han sido los leit motiv de sus insinuantes conjuntos. En los que, por cierto, el tanga continúa muerto.

En un lugar diferenciado se encuentran Amaya Arzuaga y Miguel Palacio, rabiosamente contemporáneos. La colección AA de la diseñadora, que se reserva la primera línea para París, donde desfilará el próximo 2 de marzo, ha destacado no sólo por mantener su característico estilo de volumen y minifaldas, sino por una serie de vestidos muy de red carpet a los que no nos tiene acostumbrados.

Palacio, en su firme apuesta por la comercialidad, subió a la pasarela diseños que se podrán comprar en cualquier establecimiento Hoss Intropia. 'En los tiempos que corren, la moda debe estar al alcance de más gente, no sólo de una élite', explicó el diseñador.

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