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"En el flamenco no hay racismo"

Esperanza Fernández, cantaora e Israel Galván, bailaor, identifican las causas por las que el Flamenco atraviesa tan buen momento

JUAN JOSÉ TÉLLEZ

La cantaora sevillana Esperanza Fernández es consciente del buen momento actual del flamenco pero identifica sus causas: 'Gracias a los cimientos y a maestros como Antonio Mairena, Chacón, Camarón, Fernanda o Bernarda. Gracias a ellos, el flamenco está siendo ahora valorado, aunque todavía hay algunos despistados que no lo sabían'.

Tampoco cree que haya fronteras entre el jondo de los payos y el de los gitanos: 'El flamenco es de todos, no hay que hacer distinciones de ninguna clase, lo que pasa es que cada uno tiene una forma de interpretarlo. El flamenco está absolutamente vivo y cada uno lo exterioriza y da igual quien sea. No hay racismo en absoluto en el flamenco; y te lo dice una gitana'.

'Yo no he vivido el machismo en mi y gracias a Dios, porque ya está más demostrado que la mujer tiene en todo el mundo un sitio muy consolidado, da igual que sea en el flamenco o en las finanzas -alega--. Me dio pena que existiera tanto machismo en su época porque sí he escuchado muchas cosas. Tenemos que darle gracias a la Niña de los Peines, que fue la más valiente de todas e inició todo el proceso en que la mujer tenía que estar en un primerísimo lugar. Y lo consiguió'.

Israel Galván aparece como el gran renovador del baile flamenco contemporáneo. Coincidiendo con el estreno en el Reina Sofía de Madrid de un homenaje a Vicente Escudero y a Antonio, asume que está recogiendo los frutos de un largo trabajo: 'Me reconozco más en mi baile de hoy, pero todavía me queda mucho por conocer. Y por conocerme', aduce.

'A todos los teatros que voy y a los que van todos los artistas están llenos. El flamenco está en un momento en el que tenemos que cuidarlo pero en el que definitivamente va emergiendo. Es verdad que es distinto el baile, el toque o el cante. En el cante, la evolución más potente ha sido la que ha creado Enrique Morente que es el que ha evolucionado y ha creado una propia fuente cantaora. La guitarra es verdad que sigue los pasos de Paco, que es la huella más fuerte. En el baile, en cambio, hay muchos estilos. Como el baile es un cuerpo no es una música, ese cuerpo tiene más libertad para crear, hay millones de posibilidades. También el cuerpo supone un lenguaje universal'.

'Lo que hacía Escudero hoy parece una danza moderna. Es verdad que el baile se ha tomado la libertad de romper unas estéticas creadas desde hace años. Pero yo defiendo que la energía flamenca no se pierda. Sin embargo, cada flamenco es un individuo diferente y tiene que sacar su propia pureza, no la pureza de otros'.

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