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Lorenzo Vigas: “Creo que la crisis de Venezuela va a terminar en sangre”

El cineasta ganó el codiciado León de Oro en Venecia con su ópera prima, Desde allá, historia de la relación de poder entre dos hombres con la que retrata la violencia y la crisis que vive Venezuela hoy.

El cineasta venezolano Lorenzo Vigas.

MADRID.- Lorenzo Vigas, con la complicidad de uno de los mejores actores latinoaméricanos de hoy, el chileno Alfredo Castro, y la colaboración del escritor, director y guionista mexicano Guillermo Arriaga, debuta con una historia turbulenta, perversa por momentos, triste, y cargada de una ambigüedad que se echa muchísimo de menos en el cine actual, Desde allá. Una impactante ópera prima con la que conmocionó a la crítica en Venecia, donde ganó, ni más ni menos, que el codiciadísimo León de Oro con un jurado que era de exigencia máxima.

Historia de la relación de poder entre dos hombres, Armando, un tipo de clase media, y Elder, un delincuente de barrio, la película sirve de retrato de la realidad que se vive ahora en Venezuela, con unas irreconciliables diferencias de clase, un estado de violencia callejero, los prejuicios más primitivos a punto de explotar... con todo y todos al borde de la histeria.

Armando, un tipo marcado por una supuesta agresión ocurrida en su infancia, paga a hombres jóvenes a los que lleva a su casa para que le dejen mirarles. Uno de estos es Elder (sorprendente debutante Luis Silva), un pandillero que necesita el dinero y que descubre en el otro la figura del padre que nunca ha tenido. Carentes ambos de afecto, entre ellos se crea una relación más íntima que Elder quiere compensar con un definitivo acto de amor.

Ha dicho que esta es película sobre el padre, a mí me parece que es más sobre las relaciones de poder, ¿no hay mucho de eso?

Sí. El padre es importante en la película, pero un crítico muy prestigioso en Latinoamérica dijo lo mismo que tú, que ésta era una película sobre el poder y, lo que es más importante, sobre las relaciones de poder.

Sobre las relaciones de poder ¿entre hombres?

Sí y eso implica un contexto de violencia, además de la violencia del país y de todo el continente.

Porque todo sucede en la realidad de Venezuela hoy. ¿Eso da una lectura diferente a la película?

Claro. Ahora se ve con la situación de crisis que vive el país y es importante justamente por eso. Todo se ve ya al comienzo de la película, dos mundos diferentes, es muy palpable. Armando es una metáfora de la falta de comunicación hoy en Venezuela. No hay comunicación entre clases. Es un autista emocional en un país donde no hay comunicación. Y Elder es la esencia del venezolano, son las dos caras del espejo. Es el opuesto, comunicativo, que habla mucho, grita, un tipo muy físico…

¿Cómo cree que podría terminar la crisis del país, podría acabar en sangre?

Sí. La crisis de Venezuela va a terminar en sangre, creo que sí. Pero yo soy un optimista. Aunque sé que ahora vienen los años más difíciles, también creo que el venezolano va a ser capaz de recuperar su esencia. Los venezolanos son amorosos, comunicativos… parece que se ha perdido su esencia, pero eso es precisamente lo que les va a salvar.

En la lectura inmediata de su película, hay dos hombres midiéndose constantemente, no dos mujeres…

Sí, es el tema del alfa latinoamericano, que es muy importante. Esa cosa del macho en México, del malandro en Venezuela, que es una figura social importantísima. Ellos matan, roban, pero dan dinero a su comunidad, son los más arrechos.

Sin embargo, el personaje homosexual hace el gesto justo para convertirse en el alfa. ¿Una denuncia a la homofobia?

Sí, puede verse de esa forma. Elder se enfrenta a un homosexual con todos los prejuicios de una sociedad homófoba y resulta que es más alfa que el malandro.

Esto pone su película otra vez en plena actualidad, con la ola de homofobia hoy en el mundo, los crímenes de Orlando…

Tengo muchos amigos en Venezula que han sufrido bastante por ser homosexuales, pero no es un tema solo de mi país. Todos pensábamos que estábamos avanzando en este asunto y… La homofobia es uno de los sentimientos más básicos de rechazo, como el racismo. En momentos de tensión global económica esas emociones básicas son las primeras que salen.

Usted es hijo del artista Oswaldo Vigas, ¿su relación con él marcó esa necesidad de hacer una película sobre la figura del padre?

Mi padre era un hombre muy importante y conocido en Venezuela. Hice esta película porque en mí la figura del padre es muy importante, y mi manera de matar a mi padre fue hacer esta película. Yo no tuve ningún conflicto íntimo con él, pero sí tenía que colocarlo en su lugar. Hablo por mí, pero seguro que alguien siente lo mismo que yo.

¿Y la madre?

La madre de Armando es un personaje muy importante que jamás aparece, pero está en esa casa donde vive, un espacio sagrado donde va a poner su caos emocional, es su lugar seguro.

¿Y no podría decirse que todo es una historia sobre la manipulación?

Bueno, para mí no es una historia sobre la manipulación, es más la historia de un tipo que vive una fantasía, la de que podría tener una vida normal y no sabe cómo lidiar con esas emociones. Lo cierto es que hay varias formas de ver la película, y sí hay quienes tienen esa visión de la manipulación y son muchos, es verdad, pero otros piensan en la incapacidad del tipo y en que lo que pasa no es intencionado.

Pero hay una ambigüedad a la que usted juega premeditadamente ¿no? incluso el actor, Alfredo Castro lo hace con el personaje.

Lo cierto es que yo no sabía que se iba a interpretar de tantas formas la película, aunque la ambigüedad sí es premeditada, pero es que la ambigüedad es importante en las artes. ¿Por qué es tan maravillosa la Mona Lisa? porque no sabes si está triste o feliz.

En el cine hay muy poco de eso hoy, ¿hay cada vez menos margen para el espectador?

Sí. Ahora uno va al cine y ya no hay mucho de eso. Las películas te dicen cómo te tienes que sentir, no ponen al espectador activo y eso no le gusta a la gente, a mí no me gusta, desde luego. El triunfo es que una película te obligue a involucrarte, que te haga coger un camino para entenderla, que te ponga en una progresión activa.

Antes de este largo hizo un corto sobre la figura del padre y ahora va a hacer otra película ¿será una trilogía?

Sí. Y la próxima película se titulará ‘La caja’. Esa la voy a hacer en México, con mi socio mexicano Michel Franco. En el centro de la historia hay una fosa común, es la historia de un chico de dieciséis años que va a buscar los restos de su padre en una fosa. Eso, desgraciadamente, también está muy de actualidad.

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