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Masacre de peluches

'Naughty Bear' invita a destripar mascotas de trapo

JESÚS ROCAMORA

No es la primera vez que los osos de peluche se emancipan de su esclavo trabajo infantil y se ponen a liarla parda, ya sea contra humanos o contra sus similares peludos, aunque pocas veces se les ha presentado a la audiencia como verdaderos psicópatas. Los casos registrados de incidentes sangrientos con mascotas de trapo en otros videojuegos parecen ir en contra de su propia voluntad, como ocurre en Dead Rising, donde los peluches eran igual de eficaces para decapitar zombi que un bate.

Algo más encantador y violento, como una de esas series de dibujos animados para adultos donde se cortan a los protagonistas en rodajas, Naughty Bear (a la venta desde el viernes para PlayStation 3 y Xbox 360) 'es un juego de acción que consiste en portarse mal y conseguir puntos de maldad lo más rápido posible', según indica su manual.

El oso protagonista de Naughty Bear viene a ser una especie de héroe de película de acción, como un Bruce Willis con costuras pero igualmente cabreado con el mundo, que busca la venganza por medio de la aniquilación masiva.

Los escenarios están divididos en diferentes zonas, a las que no podremos acceder hasta que hayamos conseguido una cantidad determinada de puntos, para lo cual lo más importante es hacer el cafre. Hay encargos de todo tipo: asustar a un oso en concreto para frustrar sus planes, romper objetos y el inmobiliario hasta conseguir una determinada puntuación, pasar inadvertido entre los enemigos, aniquilar a la colonia entera de osos, conseguir que no te peguen, disparen o atrapen...

Como en un Metal Gear, el silencio y la infiltración son importantes. Los otros osos estarán normalmente metidos de lleno en sus actividades, por lo que lo ideal es no dar pistas de nuestras intenciones y ser invisibles. Y como en Manhunt, la verdadera gracia está en ir probando las distintas armas (bates, cuchillos, hachas, pistolas, cepos, trampas): todas ellas muestran maneras espectaculares de hacer morder el polvo a los enemigos. Si en algún momento nos ponemos al descubierto o montamos jaleo, los otros osos irán poniéndose nerviosos y tomarán decisiones: pueden organizarse para ir en contra de ti o bien pedir refuerzos, con lo que la policía y el ejército harán acto de presencia y tendremos más dificultades. Como en un GTA de llavero.

Nuestra mejor arma, en cualquier caso, es el miedo. Podemos sorprender a los incautos por la espalda, pillados en medio de sus actos cotidianos, y darles sustos hasta matarlos. También puntúa, y mucho, ir atemorizando uno a uno a los enemigos, que irán perdiendo los papeles y pueden terminar corriendo por el escenario presas de verdadero pavor. Los otros, en cuanto le vean, empezarán a mosquearse. Si el oso que tenemos por objetivo se da cuenta de nuestras intenciones, intentará huir. Y si lo consigue, habremos fallado. Es bueno para evitarlo desplegar nuestras habilidades en el sabotaje de coches y barcas, luces y otros elementos del escenario. También podemos despistarlos haciendo ruidos para obligarlos a que se muevan y dejen el camino libre.

Como reto, Naughty Bear obliga a jugar una y otra vez sus niveles, mejorar la puntuación y conseguir mejores trofeos haciendo cada vez más maldades (o maldades secundarias), lo cual va añadiendo situaciones, posibilidades y otros personajes jugables, con nuevos trajes y mejor habilidades frente a los demás. Una vez terminadas las misiones principales, iremos desbloqueando desafíos (hay siete).

La manera de medir la puntación es puramente arcade: cuanto más la montes, mejor. Una barra irá multiplicando la puntuación de tus acciones exponencialmente, así que hay que aprovechar cuando el multiplicador está alto para destrozar todo lo que podamos.

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