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Ruiz Zafón apuesta a caballo ganador

El escritor presenta El prisionero del cielo', secuela de 'La sombra del viento'

LÍDIA PENELO

La 'infancia dickensiana light' que dice haber tenido Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) le ha resultado muy provechosa en su carrera literaria. El prisionero del cielo, tercer volumen de la exitosa saga iniciada con La sombra del viento y continuada con El juego del ángel, llega hoy a librerías, supermercados e incluso gasolineras. La primera edición de la novela sale a la venta con un millón de ejemplares en todos los países de habla hispana.

Para promocionar una tirada de tal envergadura, la editorial Planeta organizó ayer una presentación multitudinaria para libreros y periodistas de todo el mundo en la capilla gótica del Convento de los Ángeles de Barcelona. El espacio se tuneó para la ocasión para simular una librería. Amenizaba el ambiente una música compuesta por Zafón que recordaba a la banda sonora de Harry Potter. El escritor, aficionado a sentarse al piano mientras escribe, toca melodías que le ayudan a crear la atmósfera adecuada para narrar sus historias.

La tirada de la primera edición es de un millón de libros en español

La maestra de ceremonias del encuentro, vetado a las preguntas de los reporteros, fue la periodista Gemma Nierga. La conversación entre Zafón y Nierga sirvió para recordar que el padre del escritor trabajó como agente de seguros y que él, con apenas '12 o 13 años', cobraba a domicilio los seguros de vida para ayudar a su progenitor. La experiencia le permitió entrar en las grandes mansiones de la zona alta de la capital catalana, pero también en 'tugurios infectos'.

El niño Carlos Ruiz Zafón, por tanto, tuvo la oportunidad de presenciar en directo la vida doméstica de los ambientes más variopintos de Barcelona, ciudad que vuelve a ser un personaje más en El prisionero del cielo, como ocurre en las novelas de otros barceloneses, como Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Manuel Vázquez Montalbán.

Según contó el autor, las estrechas y oscuras calles del barrio Gótico recuperan protagonismo en la tercera entrega de la tetralogía El cementerio de los libros olvidados. Sin embargo, El prisionero del cielo es una novela 'más luminosa' que las anteriores, cuyo cometido es aclarar las historias que quedaron sin resolver en El juego del ángel.

Sus anteriores novelas vendieron 25 millones de ejemplares

Ruiz Zafón reconoció ayer que algunos lectores se 'enfadaron un poco' con su anterior novela porque no entendieron la trama, pero con El prisionero del cielo 'empezamos a ver qué se oculta en esta saga': 'Todas las claves de las dos novelas anteriores son reinterpretadas y cobran ahora sentido. Eso precipita toda la narración', aclaró.

El escritor está de acuerdo en considerar El juego del ángel una precuela de La sombra del viento ambas novelas vendieron en total cinco millones de ejemplares en España y 25 millones en todo el mundo, aunque la segunda vendió menos de lo esperado.

El prisionero del cielo sería, a su vez, una secuela de La sombra del viento. Pero si usted no ha leído todavía ninguno de estos libros, no se preocupe: según Carlos Ruiz Zafón, cada volumen funciona bien por separado. Se pueden leer en cualquier orden porque contienen 'historias cerradas'.

El prisionero del cielo arranca en la Barcelona de 1957, donde Daniel Sempere y su amigo Fermín Romero de Torres, protagonistas de La sombra del viento, disfrutan de una plácida temporada hasta que un inquietante personaje visita la librería familiar y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad.

La trama ahonda en la eterna lucha entre el bien y el mal, encarnado por el personaje de Mauricio Valls, 'el verdadero villano de la saga'. El rol de Mauricio Valls 'pone de relieve lo peor de aquellos años del régimen franquista, representa a las personas que escalaban en la sociedad partiendo de los grandes desastres', añadió el novelista, afincado en Los Ángeles.

Si Mauricio Valls encarna el mal en estado puro, Fermín Romero de Torres es el hombre que quiere ser bueno, y lucha por ofrecer la mejor versión de sí mismo. Explorar las elecciones morales de los personajes es uno de los temas que más preocupan a Ruiz Zafón: 'Con las cartas que la vida nos entrega podemos convertirnos en una cosa u otra, ¿por qué somos quienes somos? Por una cadena de decisiones', resumió.

A pesar de que El prisionero del cielo abre la 'caja de los truenos' de la resolución de conflictos, habrá nuevas sorpresas en este rompecabezas llamado El cementerio de los libros olvidados. El último volumen de la tetralogía no tiene aún fecha de publicación (a Zafón no le gusta trabajar con plazos), y aunque afirma que tardará un par de años como mínimo en entregar el nuevo manuscrito a sus editores, ya sabe cómo desarrollará la resolución final de esta saga.

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