Ramón Rodríguez regresa con un nuevo trabajo de The New Raemon bajo el brazo, el proyecto más íntimo en el que se ha envuelto hasta la fecha. Seis canciones revestidas de aparente desnudez conforman la materia prima de La invasión de losultracuerpos, un disco construido partiendo de sentimientos a flor de piel.

En la producción, Ricky Falkner, productor de Sidonie o Love of Lesbian y bajista de Standstill. Ramón cuenta que fue él quien le retó a cantar en castellano una noche como cualquier otra en elVinilo, un café del barrio barcelonés de Gràcia.

El pasado mes de abril presentó A propósito de Garfunkel, una selección de las 32 canciones que escribió en soledad. En la nueva entrega, este trovador catalán retoma su afán dosificador con píldoras tan efectivas como Sucedáneos o Vale por todo lo bueno, temas que prometen equipararse en calado musical a La cafetera o El saben aquel que diu. El disco incluye también una interpretación light de Mi mano izquierda, una canción de sus paisanos Nueva Vulcano. 'Es como si The Byrds versionaran a Metallica', bromea Ramón.

A través del teléfono, Ramón suena hablador y un puntito filosófico, nada que ver con la timidez que le acompaña en sus conciertos. Ya está preparando el próximo disco de The New Raemon, por lo que, de momento, Madee y GhoulsnGhosts sus carreras musicales paralelas deberán esperar. Llevará por título La dimensión desconocida (otro guiño al cine de ciencia ficción), adelanta.

Esta hiperactividad musical deja entrever que se trata de algo serio y no de una simple afición. 'Hasta hace tres años trabajaba en una empresa, pero me quemé y lo dejé', explica. Ciertamente, se ha volcado de lleno.