La actriz Antonia San Juan (Las Palmas, 1961) es capaz de definirse con una frase: 'Yo soy pasión'. Dotada de gran carácter y personalidad forjados a base de años sobre las tablas del teatro, esta guionista, directora y productora se estrena ahora como actriz de televisión, en la serie de Telecinco La que se avecina, cuya tercera temporada se está grabando en la actualidad. Autodidacta y abierta a experimentar permanentemente en distintos campos, San Juan se siente cómoda con un personaje alocado que está hecho a su medida.

¿Cómo es su personaje, Estela?

Es una mujer que intervino en los años 70 en una película de destape, Desembraga a fondo, y vive de ese recuerdo, aunque sólo actuó un segundo. Es una mujer tremenda, ciclotímica y que ha tenido muchísimos amantes. Ahora se presenta en casa de su hija después de no haberla visto en cuatro años y el yerno dice que es porque, a punto de cumplir los 50, no tiene donde caerse muerta.

¿Por qué ha decidido ahora trabajar en la televisión?

Hay varias razones. Luis Miguel (Seguí), mi pareja, trabaja en esta serie y yo era fan de Aquí no hay que viva y ahora de La que se avecina. Además, es el momento para mí para hacer tele porque he estado mucho tiempo haciendo teatro y ahora tengo tablas y madurez suficientes para estar en un trabajo como la televisión, que es inmediato. Aquí tienes que estudiar y no es una labor de proceso, sino que te tienes que tirar a la piscina.

Esta serie es de humor, ¿se siente más cómoda en la comedia que en el drama?

Hacer drama es lo más fácil que hay. Llorar es facilísimo y decir grandes palabas y crear grandes momentos dramáticos para mí es una tontería. Hacer comedia no, porque lleva un ritmo muy marcado. Lo más complicado es la comedia y lo curioso es que está más denostada.

El humor y la ironía son dos de los elementos claves de tus monólogos teatrales. ¿Por qué recurre a ellos?

Porque la ironía es la única manera de decirle la verdad a la gente sin que se levante del teatro y se vaya. En el teatro se puede contar todo y las cosas que digo allí nunca las podría decir en una película o en la televisión porque no me dejarían decirlas, porque eso es lo políticamente correcto.

¿Cómo fue la experiencia de gestionar el teatro Arlequín?

Lo gestioné durante dos años y lo he dejado hace dos meses porque si no el teatro me deja a mí. Si no lo dejo me arruino. Cogí el teatro con la idea de tener mi espacio para actuar, pero se estaba convirtiendo en un cáncer. Es muy jodido llevar un teatro sin ningún tipo de subvención. También debo reconocer que hay cosas que sé hacer y cosas que no. Y no he sabido gestionarlo.

Ahora se enfrenta al medio que ha criticado. ¿Qué opina de la tele actual en España?

Creo que la televisión debería ser un medio para educar. Por eso, no estoy de acuerdo con montones de cosas que aparecen en la tele porque van en contra de lo humano, ya que el humano necesita educación.

¿Y cómo ve el cine?

Nosotros hacemos un cine de perfiles y verdaderamente no queremos a nuestros actores. Está en la búsqueda continua de caras nuevas y hay que reconocer que España no es fiel a sus intérpretes. Ahora es un mogollón, porque eres miss y también eres actriz, eres modelo y también eres actriz, y te metes en un reality show y también eres actriz. Y en el caso de la mujer, está totalmente vendida a la imagen.