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Nadal brinda otra exhibición

Venció a Federer y demostró ser el mejor en tierra

GONZALO CABEZA

A Nadal le faltaba un dato, sólo uno, para mostrar que su recuperación es real y que aspira a todo. Ya había sobrepasado las dudas de su físico, hace tiempo que volvió a volar sobre la cancha y a mostrar su repertorio a gran nivel. También eran historia las dudas sobre su capacidad de victoria; tanto en Montecarlo como en Roma ya había podido morder trofeos como en sus mejores tiempos. Sólo le faltaba ganar a un top-10 para expulsar todos los fantasmas que le habían acechado a finales del año pasado.

Paradójicamente, en los dos torneos que había ganado no se había encontrado a ninguno, pero ayer, en la pista central de Madrid, no se enfrentó a uno cualquiera, sino al capitán general Federer. Llevaban un año sin encontrarse y la última vez supuso el inicio del fin para Nadal. Esta vez era el balear el que pedía la revancha, el que tenía que demostrar que es mejor en su particular duelo histórico.

El suizo terminó de nuevo frustrado ante el mejor juego de su rival

Y le ganó con contundencia, con su mejor juego y mostrando que la altura es una cuestión menor si el suelo es de color tierra. Dice la teoría que las distancias entre ambos se recortan en los 600 metros de Madrid, pero en condiciones normales Nadal tiene que ganar siempre sobre arcilla.

El balear es la perfección sobre la superficie. Sus golpes, casi siempre rectos y al revés de Federer, parecen inofensivos desde fuera no buscan la línea, no son muy profundos, no son angulados pero esconden secretos indescifrables para los rivales. La pelota viaja a gran altura y con un movimiento rabioso, al intentar darla el brazo se encoge y las respuestas se diluyen. Y si el rival responde, Nadal siempre tiene tiempo para recuperar la posición. Por si esto fuese poco, su lectura del resto le permite contraatacar siempre en los primeros movimientos. El balear no ha perdido este año en tierra.

El partido fue de máxima intensidad porque no hay gloria sin sufrimiento, pero al final la lógica se impuso y Nadal venció en el tie break del segundo set. Federer sabe que para ganar Roland Garros, el español tendrá que bajar su nivel.

El balear puede volver a ser número uno en Roland Garros

La próxima temporada Nadal volverá a Madrid y en todas sus comparecencias comentará los peligros de la altura. La táctica es buscar la incertidumbre para dar más vuelo a la victoria y justificar las casi imposibles derrotas, pero en condiciones normales él sabe que nadie le toserá. Por eso es favorito, el único favorito de hecho, para llevarse en París su quinto Roland Garros, el séptimo grande de su carrera. Si lo vence y Federer no llega a la final, volverá a ser número 1.

En el cuadro femenino, hubo sorpresa: venció Rezai (6-2 y 7-5) a Venus Williams en una final que controló de inicio a fin.

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