'Portugal es un país de extremos, son nuestra identidad en los últimos años', dice Paulo Futre, cuando se le pregunta por el gran debate que rodea a la selección portuguesa: la posición de Cristiano Ronaldo. Él también fue un extremo que vivía del regate y de la velocidad 'aunque yo tenía mucho menos gol que Cristiano', reconoce. Futre está en Suráfrica analizando el Mundial para Al Jazeera. Desde su perspectiva de analista intuye un partido en el que la gran batalla estará en el centro del campo.

«Prefiero a Cristiano en la izquierda,
pero yo no soy
el seleccionador»

¿Por qué Cristiano no acaba de explotar en este Mundial?

Contra Costa de Marfil fue un partido muy físico, de mucha lucha, no pudo brillar, pero aún así envió un balón al palo. Frente a Corea del Norte metió un gol, puede que tonto, y participó en varias jugadas decisivas. Contra Brasil hicimos un partido muy defensivo y él jugó muy solo en punta. Es una posición en la que nunca le había visto jugar y se le vio que no estaba cómodo.

Usted fue un extremo como Cristiano, ¿cree que se siente ahogado de delantero centro?

«Lo más sólido
de Portugal
hasta ahora
ha sido el trivote»

A mí tampoco me gusta verle ahí. Frente a España prefiero verle partir desde la banda izquierda, pero es la pregunta del millón que nos hacemos todos los portugueses. No sabemos qué hará Queiroz. Hugo Almeida como delantero centro, Cristiano a la izquierda y Danny o Simao en las bandas. Serían mi opción, pero yo no soy el seleccionador.

Portugal es un país de extremos.

Sí, en los últimos años esa ha sido una seña de identidad. En mi época estábamos Chalana y yo. Luego vino Figo, Simao, Cristiano, Nani, Quaresma... No debemos perder esa cualidad porque el juego de desborde por las bandas es muy atractivo.

«En Alemania, Müller y Podolski juegan como Villa en España»

En cambio, la batalla de hoy estará en el centro del campo.

Sin ninguna duda. Puede que España tenga un poco más de posesión de balón que Portugal, aunque ha cambiado respecto a la Eurocopa. Ahora juega un doble pivote, cuando antes sólo utilizaba a Senna como centrocampista defensivo.

¿Cree que a España le perjudica jugar con Busquets y Xabi Alonso?

Han perdido circulación de balón con ese doble pivote. Han pasado de jugar con Silva, Iniesta, Silva, Xavi, incluso Cesc en momentos determinados, a tener menos futbolistas con esas características de toque rápido que le dieron la Eurocopa. Aún así han tenidos buenos momentos de juego en este Mundial.

¿Y Portugal?

Lo más sólido hasta el momento han sido los tres centrocampistas Tiago, Meireles y Pedro Mendes. También los centrales, Carvalho y Bruno Alves. Eduardo ha dado señales de ser portero para un equipo grande: ha tenido que intervenir poco, pero cuando lo ha tenido que hacer ha cumplido muy bien.

Esta Portugal parece menos atrevida que la de Scolari.

La generación de oro de Figo y Rui Costa ya no está. Se puede decir que la era de Cristiano acaba de empezar y hay que darle tiempo.

¿Qué ha cambiado de Scolari a Queiroz?

Son como la noche y el día. Queiroz es un teórico, un entrenador que ve muchos videos, que lo analiza todo. Le gusta construir sus equipos desde atrás hacia adelante. También es más calmado que Felipao. Tuvo que emprender una renovación tras la Eurocopa y ha metido una docena de jugadores nuevos. Eso lleva tiempo. Scolari es un gran motivador, quizá no tan meticuloso tácticamente como Queiroz, pero en Portugal hizo un gran trabajo.

¿Qué le pareció Alemania?

Me maravillaron contra Australia, pero era un equipo muy débil. Contra Inglaterra volvieron a ese nivel. Son muy ofensivos. Juegan con tres delanteros centro, aunque Podolski y Müller parten desde las bandas hacia adentro con diagonales. Hacen la misma función que Villa con España. El partido con Argentina será un duelo de tiburones hambrientos y sólo quedará uno.

¿Le ha sorprendido Maradona como entrenador?

Es un hombre de fútbol y ha sido uno de los mejores, por lo tanto no hay secretos para él. Otra cosa es cómo se maneja un grupo de estrellas con toda la presión que hay en un Mundial. Lo está haciendo bien porque de eso él sabe más que nadie.