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El ayer visto hoy

Los tres precedentes de un cuelo continental inigualable

N. ROMÁN / R. VILAR / L. MOÑINO

Un entrenador de lengua afilada al estilo Mourinho, Helenio Herrera, polémicas arbitrales, dos estrellas mundiales en cada bando, Kubala y Di Stéfano como Messi y Cristiano, discusiones por el estado de la hierba del Bernabéu en 2002 tal y como ha sucedido ahora, la hegemonía en juego... Los tres precedentes de los clásicos en Copa de Europa tienen mucho de lo que se verá a partir de hoy.

Helenio Herrera había calentado el ambiente con unas declaraciones en las que, animado por la buena marcha en la Liga, auguraba goleadas de los suyos en ambos partidos de semifinales. 'Helenio era así, pero antes no nos volvíamos tan locos. Éramos amigos de la selección e incluso Herrera era nuestro seleccionador. Tampoco la prensa era tan agresiva', dice Pachín, que recuerda aquel primer doble enfrentamiento de manera muy especial: 'Yo debuté en el 3-1 del Bernabéu. Estaba sancionado por duplicidad de contratos y no podía jugar competiciones nacionales. Fichamos a Del Sol para esa eliminatoria: el club necesitaba ganar la Copa de Europa; en Liga, el Barça había sido mejor. En la vuelta también ganamos 1-3 y destituyeron a HH. Ellos eran un equipazo, pero nos respetaban mucho y no salían muy convencidos de ganarnos'.

'El Madrid tenía un gran equipo y nosotros también, pero fallamos de entrada un par de ocasiones en Chamartín que nos acabaron pesando', constata Antoni Ramallets, el venerado guardameta de aquel Barcelona que jugó sin Kubala. Las crónicas de la época cuentan que su actuación salvó a los azulgrana de unos cuantos goles más. 'Yo hice mi trabajo señala el Gato de Maracaná, pero no sirvió de mucho. Aquel Madrid era de una calidad superior y en el Camp Nou fue mucho mejor que nosotros'. La prensa de la época habla de un 'cadáver vestido de azulgrana'.

Octavos de final. El Madrid no había conocido aún enemigo en Europa que le echara de la competición. Los madridistas se quejaron de los dos colegiados ingleses en ambos partidos. 'Nos dolió mucho esa primera eliminación en Europa. En la vuelta, nos anularon cuatro goles, uno de ellos a mí. En el campo no te das cuenta de si los colegiados aciertan o no. Nosotros no le dimos tanta importancia a la actuación de los colegiados, fue más la prensa la que armó el ruido. Al poco fuimos al Camp Nou para la Liga y les metimos cinco, queríamos demostrar que la eliminación en Europa había sido injusta'.

'¿Que les anularon tres goles? ¡Sí y otro a mi tía! El árbitro decide en centésimas y nosotros habíamos marcado dos goles tras empatar en el Bernabéu a dos', replica Ferran Olivella, el marcador de Gento en la vuelta. 'Aquellos goles no valían porque el árbitro ya había pitado antes', añade Ramallets. 'Kubala sacó el córner, me puso la pelota al borde del área y mi chut directo tocó en Evaristo y se fue a gol. Su foto volando con el portero del Madrid es espectacular. Aquello fue muy importante para nosotros', concluye Olivella.

Del Bosque manejaba a Zidane, Figo, Hierro, Raúl... El Madrid de los galácticos estaba en plenitud, pero en la ida en el Camp Nou el Madrid ofreció una versión más defensiva de lo habitual. 'Metimos a Helguera como tercer central; ellos combinaban bien por el medio con Kluivert y Saviola, pero no jugamos al contragolpe, aunque el partido se resolviera con dos contras', analiza Del Bosque. 'Tuvimos ocasiones, pero no acertamos. Ellos, en cambio, aprovecharon su primer disparo', asegura Luis Enrique. 'En la vuelta nos hicieron sufrir mucho. Empatamos a uno y Raúl marcó uno de sus pocos goles desde fuera del área', prosigue. El Madrid regó el campo más de lo habitual. 'El campo estaba muy mojado, pero se podía jugar. La diferencia la marcó Raúl. Fuimos mejores', concluye Frank de Boer.

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