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Con aires de Pep en Zubieta

Fue portero y su ídolo era Arconada, el mito del club al que ahora entrenará

ENRIQUE MARÍN

Flanqueado por Jokin Aperribay, su nuevo presidente, y por Loren, el director deportivo, pero mucho más tranquilo que ambos a pesar de acaparar el protagonismo, Phillipe Montanier (Vernon, Francia, 15-11-1964) demostró que llega a la Real con la lección aprendida: 'Estoy encantado de venir al País Vasco, es un honor hacerlo a un club que conozco desde hace mucho tiempo; mi ídolo de la infancia era Arconada'.

Estas fueron las primeras palabras del técnico galo en la presentación que tuvo lugar en Anoeta, un acto en el que Montanier transmitió seguridad, si bien una pésima traducción provocó más de una situación de desconcierto. Precedido de una fama que le ha llevado a ser comparado con Pep Guardiola, lejos de amilanarse, el normando afrontó la comparación sin complejos: 'Eso es difícil porque el Barcelona es muy bueno. Lo más importante es que pongo mis cualidades al servicio de la filosofía de la Real. Mi método es el de optimizar las cualidades de los jugadores y tener la posesión del balón es una cualidad favorable para ganar partidos', dijo Montanier, para puntualizar después que, por supuesto, no está cerrado al 4-3-3 que utilizaba en el Valenciennes. Deberá amoldarse.

Al nuevo técnico de la Real no le asusta que se le vea como el Guardiola francés

A pesar de que la primera opción que manejó Aperribay para sustituir al previamente renovado Lasarte fue el argentino Bielsa, el presidente negó la mayor y dijo que la Real llevaba un mes detrás de Montanier. Exguardameta desde 1987 hasta 2000 de equipos como Caen, Nantes y Saint Etienne, se inició como técnico en el Toulouse, el Bastia y la selección de Costa de Marfil, aunque entonces de segundo. En 2004 voló en solitario para dirigir al Boulogne, un modesto club al que en cinco temporadas ascendió de categoría regional a la Ligue 1. De ahí, Phillipe dio el salto al Valenciennes, de donde ha recalado en la Real tras abonar los 500.000 euros de su cláusula de rescisión, pues aún le restaba un año de contrato.

Montanier dijo que no le asusta trabajar con la cantera, la principal razón por la que se le ha fichado, si bien dejó claro que necesitará varios jugadores con experiencia. Loren recogió el guante, aunque no será hasta hoy cuando los técnicos estudien la plantilla y sus necesidades. Eso sí, el galo ya ha solicitado que en Zubieta haya un comedor y también habitaciones para que los jugadores puedan descansar. A partir del 7 de julio, día que empezará la pretemporada para la Real, en Zubieta se trabajará en jornada intensiva.

El traductor que se encargó de la presentación resultó un desastre, hasta el punto de que en ocasiones se entendía mejor el francés de Montanier que su castellano. Este aspecto preocupa, y mucho, al nuevo entrenador realista, pues basa mucho su método en la permanente comunicación con su equipo de trabajo y los jugadores. El francés llega a Zubieta acompañado de su ayudante, Michel Troin, exguardameta como él, y no tendrá preparador físico. En principio, sólo el entrenador de porteros, Roberto Navajas, completará su equipo.

'No he venido al 15º de la Liga, sino a la Real', respondió Montanier a la pregunta de un periodista francés. Rápido de reflejos como en su etapa de portero, el galo no quiso compararse con Denoueix, paisano y antecesor en Anoeta, pero antes sí aceptó ser comparado con Guardiola. O es muy osado o confía mucho en sus posibilidades. Por el bien de la Real, que sea lo segundo. 

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