El Ademar de León doblegó al Portland en los últimos instantes 27-28, gracias a un gol de Castresana, anotado a falta de treinta segundos para el final, y el posterior fallo de Malmagro para el Portland, que hasta ese momento había sido letal en sus lanzamientos.

El equipo leonés fue el encargado de inaugurar el marcador a través de Krivochlykov, pero el Portland salió bien plantado en defensa y, gracias a un buen trabajo en bloque, fueron adquiriendo mayores ventajas de forma paulatina, hasta llegar al 9-5 del minuto 16.

Con el empate a doce goles, los pupilos de Jordi Ribera adquirieron moral y una mayor seguridad en defensa -con un 5:1, en el que Sarmiento actuó como avanzado-, aunque el Portland no bajó los brazos y pudo impedir que el Ademar diera la vuelta al marcador, logrando llegar al descanso con una pequeña ventaja (15-13).

Tras la reanudación, el Portland incrementó la diferencia hasta los tres tantos (16-13) que mantuvo hasta el minuto 37, en el que, merced a dos nuevas exclusiones consecutivas que recibió el conjunto navarro -Dominikovic y Rodríguez-, a la que se unió una tercera, a los tres minutos, de Hernández, los leoneses aprovecharon para ir acercándose en el marcador hasta dar la vuelta al resultado (19-20), en el minuto 41.

El Portland desaprovechó muchas opciones en ataque, debido a la precipitación y la ansiedad con la que jugaban, que les bloqueó en la faceta ofensiva, aunque Svensson impidió que los leoneses obtuvieran mayores rentas. Ribera paró el juego para organizar el que podía ser el último ataque del encuentro, que pertenecía al Ademar, y que aprovechó bien Castresana, prácticamente inexistente hasta ese momento, para colocar a su equipo por delante de nuevo (27-28).

A falta de veinte segundos para la conclusión, Cabanas también decidió pedir un último tiempo muerto pero Malmagro erró el lanzamiento y finalmente el Ademar amarró la victoria que le da el pase a la final de la Copa Asobal, mañana, contra el Ciudad Real.

El Valladolid no pudo con el Ciudad Real

El BM Ciudad Real cumplió con los pronósticos que le señalaban como favorito a ganar la Copa Asobal por quinta vez consecutiva y se impuso al anfitrión del torneo, el BM Valladolid, que pese a intentarlo no pudo con la calidad del rival.

Los vallisoletanos salieron muy centrados a la pista y, con un Raúl Entrerríos muy seguro en la dirección del equipo, lograron establecer un parcial de 2-0 en las primeras jugadas, aunque el Ciudad Real no tardó en reaccionar y fue dando las primeras pinceladas de su gran calidad.

Rutenka y Stefansson, acompañados por un solvente Chema Rodríguez como director de la orquesta manchega, dieron la vuelta al marcador para establecer ya un 4-7 en el minuto 10, que hacía presagiar un partido cómodo para el conjunto de Talant Dujshebaev.

Muratovic se convirtió en el jugador más efectivo en los últimos minutos de la primera mitad y, gracias a la consistencia defensiva del BM Valladolid y al acierto en la portería de Lorger, pudieron llegar al descanso con una mínima ventaja (17-16).

El BM Valladolid amplió la diferencia hasta los dos goles (18-16) nada más reanudarse el partido, pero el Ciudad Real salió con más intensidad y aprovechó todos y cada uno de los errores cometidos por el rival, imponiendo de nuevo su calidad, con lo que recuperó las riendas del juego (21-24).

Pastor tuvo que solicitar un nuevo tiempo muerto para reorganizar a sus jugadores, que bajaron la efectividad en el ataque -debido a la férrea defensa impuesta por el conjunto ciudadrealeño-, pero poco pudieron hacer ante el empuje del rival, que aumentó su renta hasta los cuatro goles (23-27) en el minuto 46.

Al final, los vallisoletanos fueron arrollados por el cuadro manchego (28-34), que no bajó el listón en ningún momento, con Rutenka y Zorman como jugadores más destacados y con un Hombrados imbatible en la portería, y que dejó muy clara su intención de ir a por todas en esta competición.