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Galibier, nunca el Tour acabó más alto

El coloso alpino de 2.645 metros fue ascendido por primera vez en 1911

CARLOS F. BLANCO

'¡Oh Sappey, oh Laffrey, oh puerto Bayard, oh Tourmalet! Mi deber me obliga a proclamar que al lado del Galibier no sois más que un pálido y vulgar reflejo ante un gigante de tal talla, ¡uno no puede sino quitarse el sombrero e inclinarse con una profunda reverencia!'. Estas palabras son de Henri Desgrange, el impresionado director del Tour que descubrió el Galibier e hizo que el pelotón lo ascendiera por primera vez en 1911. 2.645 metros de coloso alpino que dilucidan hoy, en gran medida, el destino de la carrera, en el que es el final más alto de la historia de la ronda gala. Por fin, después de cien años y a modo de homenaje, el Tour se decide a terminar una etapa en el mítico puerto.

Emile Georget fue el primero en coronarlo. Invirtió dos horas y 38 minutos y lo definió como un 'martirio'. Hoy los Contador, Evans, Schleck y compañía lo subirán en poco más de una hora.

El Galibier lo ha visto todo. La parca visitó la ronda gala por primera vez en 1935, cuando el vizcaíno Francisco Cepeda murió en su descenso. Pantani, que desde junio tiene en la montaña un monumento en su memoria, masacró a un hasta entonces intratable Ulrich en el 98, que sufrió la mayor pájara de su vida. Y hoy, en 2011, Contador quiere alcanzar la catarsis en esas carreteras.

Sin embargo, el 'martirio' que sufrió Georget no será el mismo que pasarán los corredores hoy. Por dos razones. La primera: la previsión meteorológica no descarta nieve en la cumbre. Y la segunda: se subirá la cara menos dura del puerto (22,8 kilómetros al 4,9 por ciento). Gran parte de la dureza de la ascensión dependerá del primer condicionante y de los dos puertos anteriores: el Col del Agnello, techo de la carrera, y el Col d'Izoard.

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