Las pruebas recopiladas en la operación Galgo contra la atleta Marta Domínguez se siguen acumulando. Los guardias civiles que realizaron el registro de su vivienda en Palencia localizaron en ella diversos botes sin etiquetar que contenían numerosas píldoras. Los agentes se los llevaron al sospechar que las misteriosas grageas podían ser, en realidad, parte de los productos dopantes que la fondista presuntamente habría hecho llegar a otros atletas en los últimos tiempos. Los encargados de la investigación están aún a la espera de que la jueza encargada del caso ordene su análisis en el laboratorio para determinar cuál es su composición y, por tanto, si se confirman sus sospechas.

Estas pastillas se suman a los numerosos indicios recogidos durante la investigación contra la campeona del mundo y que arranca, precisamente, en el hallazgo de su número de teléfono en una de las bolsas de sangre para autotransfusiones localizadas en 2006 durante la operación Puerto. Entonces, ni las autoridades deportivas ni judiciales mostraron interés en determinar por medio de pruebas de ADN o, simplemente, determinando la titularidad de los teléfonos que aparecían anotados en dichas bolsas a qué atletas podía estar tratando el polémico doctor Eufemiano Fuentes.

Además, siempre según fuentes conocedoras del caso, los pinchazos al teléfono que utilizaba habitualmente Marta Domínguez permitieron constatar cómo, presuntamente, concertaba citas con otros deportistas para entregarles sustancias supuestamente dopantes. Estos encuentros fueron, además, filmados por los agentes, que sometieron a Marta Domínguez y a los otros sospechosos de participar en la red a un estrecho control durante meses.

Sin embargo, la fondista palentina negó rotundamente con una entrevista-cuestionario difundida el pasado lunes por Efe que ella fuera 'suministradora' de este tipo de productos a otros atletas. Domínguez, incluso, aseguró que la Guardia Civil no había hallado productos prohibidos en el registro de su casa. Sin embargo, las fuentes consultadas confirmaban ayer a Público el hallazgo de numerosas pastillas sin identificar en su domicilio.

'Si están o no en la lista de productos prohibidos, lo determinarán los análisis. Tal vez sean tan novedosos que no estén aún incluidos en la misma, pero eso no significa que no sirvieran para mejorar artificialmente el rendimiento de los deportistas', insisten.