Rafa Nadal y Andy Murray, primer y cuarto cabeza de serie del Abierto de Estados Unidos, consiguieron su clasificación para la tercera ronda en la quinta jornada del torneo, que avanzó en esta ocasión sin grandes sorpresas.

El tenista español se ha mostrado muy satisfecho y ha declarado que ahora no piensa en ganar este torneo sino en mejorar su nivel y jugar bien el próximo partido.

Nadal cerró la jornada ante un rival incómodo, como era el uzbeco Denis Istami, finalista en New Haven, que no le puso las cosas fáciles al español, que todavía no ha encontrado su mejor juego en las pistas de Flushing Meadows, donde en tercera ronda se medirá al francés Gilles Simon.

El escocés Andy Murray sigue avanzando plácidamente en el torneo, ya que hoy tuvo otro cómodo encuentro ante el jamaicano Dustin Brown, al que superó en menos de hora y media. En la próxima ronda, el británico se medirá a su primer rival de entidad frente al suizo Stanislas Wawrinka.

Tras la temprana eliminación de Andy Roddick en segunda ronda, sus compatriotas John Isner y Sam Querrey han cogido el testigo del cañonero de Nebraska y ya están en tercera ronda.

Isner superó al suizo Marco Chiudinelli en cuatro sets, mientras que Querrey se deshizo de Marcel Granollers, que apenas pudo presentar batalla ante el agresivo juego del norteamericano y se convirtió en el primer jugador español en perder en la segunda ronda.

'En serio, ganar este torneo no es mi meta ahora. Para mi el objetivo es tratar de mejorar mi nivel y jugar bien el próximo partido. No pienso en ganar este torneo ahora', manifestó el manacoí.

Nadal reconoció que sentirá la presión si está en la final pero recordó que está a cinco partidos de ella, 'y eso es mucho'.

Mientras tanto, el mallorquín admitió que su servicio 'está funcionando muy bien'. 'Voy a tratar de seguir jugando así, sirviendo como hasta ahora me da confianza en mi juego', expresó.