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Nadal olvida cómo se gana a Djokovic

El serbio le supera por 4.100 puntos en la clasificación mundial

GONZALO CABEZA

El muro se ha hecho eterno, infranqueable para Nadal. Lo que en otro tiempo parecía una racha ahora es el orden establecido. Djokovic, que el lunes por la noche ganó la final del Abierto de Estados Unidos, le supera por 4.100 puntos en la clasificación mundial y, en este caso, el ranking es un fehaciente notario de la realidad. Han sido seis duelos este año, Nadal siempre ha perdido. Seis finales que le han llevado a ser subcampeón en dos Grand Slam y cuatro Master 1000, una losa moral para un competidor que, hasta 2011, nunca se había sentido inferior a nadie.

El balear lo toma con resignación. 'Es su momento, está jugando a un nivel muy alto, ha dado muy pocas opciones a todos sus rivales, incluido yo', comentaba tras la derrota. Lo había dado absolutamente todo, pero el antídoto contra Djokovic sigue sin aparecer. Nadal ha pasado el último lustro amedrentando rivales en peloteos eternos que siempre caían de su lado. Las tornas han cambiado. El serbio, físicamente imparable, ya no pierde la respiración. Nole, más agresivo, se mete en la pista y domina cada punto, busca el revés de Nadal y le descuadra, nunca le deja golpear en parado.

En la frescura de piernas está la diferencia y a eso se aferra Nadal para pensar en un futuro mejor: 'Nada es eterno y él no va a estar siempre a ese nivel'. Mientras tanto, puede decir que nunca se rindió. La final tuvo un nivel muy alto de tenis, en el que Nadal dio réplica a un huracán. En los dos primeros sets se adelantó para terminar perdiendo, con el brazo encogido ante un rival que le tiene comida la moral. En el tercero se vio una batalla épica con golpes imposibles y extrema tensión que encumbró a Nadal. Sólo en el último, el español, con problemas musculares, no dio el nivel requerido por tan colosal encuentro.

Tras la derrota, el número dos no buscó excusas. 'Ha sido mejor que yo y hay que aceptarlo. Me voy con la cabeza muy tranquila'. Djokovic le devolvió los halagos: 'Se necesita una gran cantidad de energía. Él nunca se rinde, por eso es un gran campeón', concede el serbio, que en Nueva York sumó su cuarto grande.

Nadal regresó ayer a España. Aterrizó en Córdoba, donde a partir del viernes forma parte del equipo español que se enfrenta a Francia en semifinales de la Copa Davis. 

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