Público
Público

Nadie sabe quién manda en el Rayo

Algunos jugadores rechazan una nueva rebaja salarial

GONZALO CABEZA

El Rayo es un club acostumbrado a las turbulencias. El equipo vallecano consiguió el ascenso a Primera la temporada pasada a pesar de los impagos y una muy precaria situación económica. La categoría de oro no ha modificado la dinámica y las dificultades pecuniarias aún le acechan y le acogotan, de hecho el club entró hace un mes en concurso de acreedores.

La semana pasada Sandoval, el técnico, estalló. Los administradores judiciales le requieren a él, al director deportivo Felipe Miñambres, y a los jugadores Casado, Cobeño, Movilla y Susaeta que se reduzcan el sueldo para seguir en el equipo. Los implicados ya habían renegociado sus contratos a la baja previamente y los documentos habían sido firmados por el presidente Raúl Martín Presa.

Para hoy hay prevista una reunión, pero José Plaza, administrador judicial, dice que él no estará presente, aunque sí representantes del club. Extraño, cuando la petición de la rebaja salarial sale de los administradores judiciales. José María Sarda, vicepresidente, discrepa y asegura que no hay conversaciones abiertas. Sandoval, que ayer se encontraba en Córdoba por un problema familiar, tampoco está llamado para hablar. “Está más tranquilo, pero le crispa la mentira. El caso de Sandoval no existe, él tiene un contrato firmado que tienen que cumplir”, afirma su representante Pedro Bravo.

La cuestión está muy enconada y las palabras se escrutan en una y otra dirección. “Hemos decidido no hablar, queremos calmar las cosas. Lo que se ha dicho en los últimos días sólo ha complicado la situación”, dice Plaza, que en los últimos días ha calificado de “invento” las palabras de Sandoval en las que decía que le querían echar del club, aunque sí reconoce que han pedido una reducción de salarios. Plaza, a pesar de lo difícil de la situación cree que “todo se solucionará”. Sardá, en nombre del club, también cree que finalmente todo volverá a su cauce. “Tenemos que mirar muchas cosas por el bien del Rayo, la solución pasa porque den pasos tanto los administradores, como el club, como los implicados”, reconocía el vicepresidente franjirrojo ayer. Uno de los problemas, según fuentes del club, ha sido el cambio de opinión de los administradores, que han modificado algunos parámetros establecidos en la confección de la plantilla, lo que ha llevado a la petición de reducción de salario.

“Yo renegocié mi contrato con el presidente y ahora me llaman para volver a hablar del tema. No sé si es que el presidente ya no pinta nada ni con quién hay que hablar ahora, hay un vacío de poder. Tengo el contrato firmado y con eso jugaré”, comenta Movilla, uno de los implicados que asegura que la situación es muy “atípica” y que no había vivido nada así en toda su carrera. Felipe Miñambres, director deportivo del club, espera sentarse con los administradores para poder solventar la cuestión. De momento, prefiere no pronunciarse.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?