Público
Público

Ni Hitzfeld soñó con un partido así

 

 

ENRIQUE MARÍN

Con la premisa intacta de que si la roja es la roja -y no un sucedáneo- España sigue siendo una firme candidata a ganar el Mundial, sería de necios no reconocer el éxito del planteamiento de Hitzfeld y el buen partido que hizo Suiza. Ya sea por las ventajas que Del Bosque concedió de inicio o por su nula capacidad para rectificar como debía, el partido se puso donde quería Suiza y la roja no supo ganar. Siempre y cuando sepa digerirse, más que una cura de humildad la derrota es una lección de la que España, y sobre todo Del Bosque, deben aprender. En un Mundial lo importante es ir de menos a más y la roja, aunque ayer no lo demostrara, es la selección que mejor sabe jugar.

Iniesta, una carambola fatídica

Una de dos: o Iniesta no tiene los problemas musculares que dicen que tiene o Del Bosque corrió un riesgo innecesario a alinearle ante Suiza. La enésima lesión del manchego, aunque ahora sólo sea un golpe, es una carambola fatídica. Sobre todo después de que España perdiera ante Suiza, un resultado que ni los más agoreros podían imaginar. Aunque sea ventajista e Iniesta nunca sobre, a Del Bosque le salió el tiro por la culata. El 6, que jugó de delantero por el desequilibrio creado en nombre del equilibrio, se fue cojeando. Piqué dijo tras consumarse la derrota que “así se acabará la tontería”. Pues no le falta razón. Lo que no mata, engorda. 

Sin ‘jugones’ y a colgar balones

Jugar con dos medios centros ante un equipo que renuncia al balón y que sólo piensa en dedicarse a defender es como lanzarse al agua con flotador sabiendo nadar. Con Busquets y Alonso solapándose, España tenía demasiados jugadores por detrás del balón, lo cual provocó un embudo que beneficiaba la propuesta rival. Si Suiza estaba cómoda con el 0-0, el 0-1 fue letal. Sobre todo porque el antídoto de Del Bosque olió a naftalina. Por unas cosas u otras, la roja acabó el partido sin tres de los jugones y con Navas y Pedro colgando balones... con Llorente en el banquillo. No es lo mismo enviar la pelota a las bandas que jugar por bandas.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?