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Queralt Castellet: "Llego a los Juegos Olímpicos en mi máximo nivel"

La rider española va 'a por todas' a Sochi, donde espera colgarse una medalla en halfpipe tras la mala suerte que tuvo en Vancouver 2010. Vive medio año en Nueva Zelanda y el otro medio compitiendo. Confiesa que preferir&iacu

JORGE YUSTA

Queralt Castellet Ibáñez (Sabadell, 17 de junio de 1989) se presenta a sus terceros Juegos Olímpicos en plena madurez. Compite en snowboard en la modalidad de halfpipe y confiesa que va a Sochi 'a por todas'. 'Yo me siento muy bien y tengo una ronda con mucho potencial', señala la rider española, una de las mejores opciones de medalla. Hace cuatro años en Vancouver una caída le apartó del podio cuando iba a disputar la final pero ahora se toma la cita olímpica 'sin ningún rencor'.  Tras superar una lesión en 2013, se ha preparado durante el verano en Nueva Zelanda y hace unos días ha participado en los prestigiosos X Games en Aspen (EEUU), que le han servido para comprobar tanto su nivel como el de sus principales rivales.  

Hace unas semanas competiste en los X Games en Aspen y terminaste quinta, ¿cómo ha sido la experiencia a escasos días para que comiencen los Juegos Olímpicos?

Ha ido muy bien tanto por como tienen montada la competición como porque se disputa de noche, que es como va a ser en Sochi. Además, la competición es muy espectacular. Pero me he quedado un poco descontenta porque tuve una caída bastante importante en la primera ronda y ya en las siguientes tuve que conservar más y no pude conseguir que me salieran tal como yo quería. El quinto puesto tampoco es una mala posición aunque yo quería que me hubiera salido mejor.

¿Y estás recuperada de la caída?

Sí, sí. Fue una caída en la que me golpeé sobre todo la cara y tampoco me ha influido en lo físico. Pero quería haber sacado un nuevo truco y al final no lo saqué porque quise matizarlo y después no tuve la oportunidad de sacarlo en la competición.

El año 2013 fue un poco complicado para ti en cuanto a lesiones...

Sí, tuve una lesión importante en marzo del año pasado. Me rompí un ligamento de la clavícula, que es el que la sujeta con el hombro. Pero es una lesión que para lo que hacemos nosotros no requiere una operación. Eso sí, tarda unos meses en dejar de molestar. Hice la recuperación en España. Estuve un mes en tratamiento con Salvador Fernández, el fisioterapeuta de la Federación y tras eso ya empecé a entrenar. Y al pillarme al final de temporada tampoco me influyó mucho. Tan solo tuve ciertas dificultades en el campeonato de España porque se disputaba solo diez días después de tener la caída y casi no tuve tiempo de recuperarme. De hecho, los médicos me dijeron que no compitiera. Pero tenía ganas de competir en casa y sabía que podía hacer alguna ronda segura sin caerme. Pero la lesión tampoco me quitó mucho de mi calendario.

'A final de noviembre fuimos a un camp en Nueva Zelanda al que le sacamos mucho jugo'¿Y ya está olvidada por completo?

Si, claro. Empecé la temporada a finales de abril.  A partir de ahí fui a Nueva Zelanda. Luego, a final de noviembre fuimos a un camp en Nueva Zelanda al que le sacamos mucho jugo y desde allí ya nos fuimos a Estados Unidos.

A tan pocos días de competir en Sochi, ¿qué esperas de estos Juegos?

Hemos estado preparando las rondas para Sochi a fondo y los X Games me han venido bien para saber cómo estoy yo y cómo están las demás. Yo me siento muy bien, tengo una ronda con mucho potencial y ojalá me salga muy bien.

Hace cuatro años, una inoportuna caída te apartó de la ronda final en Vancouver, ¿buscar quitarte esa espina en Sochi o es agua pasada? 

Yo no me tomo Sochi  como una oportunidad para quitarme ninguna espina. Es el objetivo de cada cuatro años, es la más importante que existe. Son los Juegos Olímpicos y pasan muy pocas veces y hay que aprovecharlos al máximo. Yo no tengo ningún rencor. Aquella caída fue una mala pasada porque tuve muy mala suerte pero no puedo hacer ya nada. Ya pasó. Es más, un mes después de que hubiera pasado yo ya estaba a tope de nuevo entrenando. Sí es verdad que me dio rabia al principio pero he estado compitiendo durante estos cuatros años e intentando subir mi nivel, que de hecho lo estoy subiendo en todos los aspectos.

Pese a la tremenda competencia que vas a tener, ¿crees que llegas a Sochi en plena madurez?

Llego a Sochi, sin duda, en el máximo nivel que he alcanzado. Estoy haciendo rondas que nunca me hubiese imaginado que estaría haciendo e ideando trucos que nunca me hubiera imaginado ser capaz de hacer. Estoy contenta, estoy en plena forma, me encuentro bien. Y tengo muchísimas ganas porque llevamos mucho tiempo preparando los Juegos, así que iré a por todas.

¿Cómo llegaste al snowboard?

Yo empecé al snowboard gracias a mis padres. Eran unos grandes aficionados a la montaña. Ellos solían subir a Andorra cada fin de semana con una caravana instalada en un camping. A mi hermano y a mí, que nos sacamos cuatro años, también nos subían a la montaña. Entonces, cuando empezó el snowboard en España mis padres lo probaron. Un amigo suyo lo descubrió a Estados Unidos y les animó a probarlo. Y entonces, les encantó. Y ya no volvieron a coger los esquís otra vez. Cuando mi hermano y yo ya tuvimos la estatura necesaria para poder usar las tablas pues empezamos a practicarlo. Ten en cuenta que yo cogí una tabla de snow por primera vez a los 6 años y medía 110 centímetros. ¡Era de mi misma altura! Por eso tuve que esperar un par de años más para practicar con más asiduidad porque la tabla me quedaba enorme.

Tú también practicabas gimnasia de pequeña

Yo iba a un club en Sabadell al que acudía tres o cuatro días por semana. Iba a competiciones por España y entrenábamos bastante fuerte. El nivel de coreografía que me dio la gimnasia, lo agradezco mucho porque al principio en el boardercross no podía transmitirlo tanto pero cuando me pasé al pipe sí me di cuenta que había muchos movimientos que tenía mucha facilidad para entenderlos gracias a la gimnasia. Por eso, lo agradezco tanto. Todos esos años que pasé haciendo gimnasia me vinieron muy bien. Cogí mucha experiencia en acrobacia y me ayudó mucho de cara a lo que ahora hago. Cuando tenía 16 años tuve que dejarlo porque  me rompí el escafoides haciendo snowboard. Me lo operaron pero me volví a romper y ya desde entonces no podía hacer gimnasia. Entonces, la Federación Catalana estaban haciendo el programa de tecnificación y nos instalamos allí como en una escuela de snowboard. Y empezamos a entrenar con ellos y ya me puse a tope con el snow y y quise quedarme allí para empezar a competir internacionalmente.

Aunque desde fuera no se vea, el halfpipe requiere una preparación física muy importante... ¿qué supone? 

Quizás para practicar los fines de semana no se requiere una preparación física excesiva pero para estar al nivel que estamos hay que estar muy fuerte porque el nivel de riesgo es muy alto. Hay caídas, porque no se pueden evitar y tampoco las puedes temer. Y por eso hay que estar súperpreparado. A las chicas no se nos nota tanto pero los chicos sí están muy musculados, no son ningunos mequetrefes. Son gente que tiene que estar muy fuertes. En el boardercross sí son más corpulentos porque compiten carreras cuerpo a cuerpo y sí necesitan tener volumen para coger más velocidad. Pero en el halfpipe eso es más relativo porque la velocidad también depende del tamaño del pipe, de las transiciones y de cómo pisas tú el pipe y no tanto del peso que tengas.

'Cuanta más creatividad tengas, más espectacular será tu ronda y mejor te puntúan'¿Y podría decirse que también tiene un componente importante de imaginación? 

Sí, claro. Porque en el freestyle entra de lleno la creatividad. No es que los jueces puntúen mucho la originalidad pero sí es verdad que cuando tu ronda es más diferente de todas las demás porque es más difícil o porque varias más los trucos esto se valora. Si haces combinaciones de rotaciones de una pared a otra, esto sí se puntúa. Y si vas en frontside y haces un truco detrás de otro pues también se puntúa. De todos los trucos que haces pueden puntuarte entre 5 o 6 y hay que escoger los que más te guste. Cuanta más creatividad tengas, más espectacular será tu ronda.

Vives la mitad del año en Nueva Zelanda y la otra mitad la vives viajando para competir... 

Yo voy de invierno a invierno. Cuando es invierno aquí, yo voy al hemisferio norte y suelo ir a Colorado. En todas sus estaciones tienen pipes y están los mejores técnicos y riders que cada día tienen un feedback de cómo prefieren que estén los pipes. Por eso, siempre están a la perfección. Y es allí donde escojo estar. A veces también hago stages en Suiza. Y luego en verano, que es invierno en Nueva Zelanda me voy allí, a la isla sur, que es donde están las pistas más importantes de freestyle. Para mí es la parte del año en la que mejor me lo paso porque pruebo todos los trucos, la nieve está más blanda y estoy con más confianza de tirarlos. En invierno, mientras, la nieve está más dura y es cuando que sacar estos trucos y tenerlos matizados para hacerlos a la perfección porque en el hielo no puede haber fallos.

'A mí siempre me hubiera gustado poder estar más en España pero tuve claro que era un sacrificio que tenía que hacer'¿Estás adaptada a estar tan lejos de España o te gustaría poder entrenar en tu tierra?

A mí siempre me hubiera gustado poder estar más en España pero tuve claro que era un sacrificio que tenía que hacer. Para lo hago no puedo estar aquí y tengo que estar viajando en todo momento. Mis padres, mi familia y mis amigos también me dicen que yo vaya a lo mío porque aquí no tengo nada que hacer. Ya lo he dicho muchas veces, que si yo pudiera entrenar aquí, aunque fuera en el sur de España, yo estaría aquí todo el tiempo. Pero no se puede y hasta que no se pueda volver tendré que estar viajando.

¿Hoy en día se puede sobrevivir del snowboard? ¿O por lo menos en tu caso? 

Afortunadamente yo tengo unos sponsors que me ayudan a poder tirar durante todo el año. A mí me paga Yonex, que es una marca japonesa que surte de todas las tablas y la ropa, luego está Red Bull y Okley. Esos son mis tres sponsors principales. Y luego recibo una ayuda de la Federación española. Yo hago unas Copa del Mundo al año y ellos me recompensan económicamente, cosa que les agradezco mucho. No es que sea mucho pero puedo pasar el año.

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