Zapatero puede no salir con las manos vacías de la reunión que mantendrá el próximo 23 de marzo con los líderes sindicales. Patronal y sindicatos están trabajando a marchas forzadas para preparar un documento que vea la luz la próxima semana. Aunque es probable que la letra pequeña aún no esté totalmente definida, el texto servirá como un principio de acuerdo que el presidente del Gobierno pueda enseñar a sus homólogos en la cumbre del 24 y 25 de marzo.

El documento que ultiman los agentes sociales, que se reunirán hoy de nuevo, tendrá cuatro bloques, según fuentes de la negociación. Un primer apartado con un diagnóstico de la situación laboral en España, habitual en este tipo de documentos. El segundo capítulo es una declaración de intenciones que puede avivar la polémica sobre salarios y productividad. En él, los agentes sociales defienden el modelo salarial que ha regido hasta ahora en España, en el que ensalzarán el papel que ha tenido la productividad. Los agentes sociales intentarán explicar que en España sí se tiene en cuenta este factor y acallar así las críticas que llegan desde fuera.

El tercer y cuarto punto englosarán el meollo de la reforma de la negociación colectiva. El punto tercero recogerá los principios y objetivos del acuerdo, que en gran parte ya estaban delineados en la declaración que firmaron las partes para iniciar el proceso de negociación. La flexibilidad interna marca el espíritu de la reforma.

Por último, el documento se cierra con la nueva articulación jurídica con la que se debe regir la negociación colectiva. Como han recordado los interlocutores sociales en muchas ocasiones 'el diablo está en los detalles'. Fuentes sindicales explican que el pacto que alcancen patronal y sindicatos cambiará el Estatuto de los Trabajadores, lo cual requiere un arduo trabajo de negociación. Por ahora, le petición de los empresarios de que las pymes no tengan cobertura, o dar supremacía al convenio de empresa por encima del resto mantienen en tensión la negociación.

Estos avances chocan con la posición beligerante que mostraron ayer los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo. Este aseguró que no hay 'plazo' para el pacto y que si el diálogo se prolonga hasta abril, 'no pasa nada'.

'No sé qué nos va a contar, nosotros sí sabemos lo que le vamos a transmitir: nuestra preocupación por lo que significa el Pacto por el Euro', dijo Méndez respecto a la reunión con Zapatero. Para UGT y CCOO, el acuerdo del euro supone una injerencia en asuntos nacionales por el tratado de la UE y critican, además, que no sean las instituciones europeas las que tomen las decisiones, sino 'uno o dos países'.