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Las grandes empresas recuperan crédito exterior

Captan casi 40.000 millones de euros en lo que va de año

PILAR BLÁZQUEZ

El pasado 4 de enero, BBVA aprovechaba que el espíritu navideño todavía reinaba en los mercados para acudir en busca de liquidez. Las sensaciones fueron incluso mejores de lo esperado y emitió más de lo previsto al detectar una amplia demanda internacional. Al día siguiente era Banco Santander el que lanzó otra emisión para aprovechar lo que los expertos llaman ventanas de liquidez.

Pero en 2011 algo había cambiado. A diferencia de lo que ocurrió en 2010, el acceso al crédito para las empresas españolas no iba a estar circunscrito a momentos puntuales seguidos de largos periodos de sequía. Pasados algo más de tres meses los datos corroboran que las primeras buenas sensaciones estaban bien encaminadas. En total, banca y empresas españolas han conseguido crédito por un montante cercano a los 40.000 millones, frente a los 33.500 que consiguieron en el mismo periodo del año anterior, un 19% más, según los datos recogidos por la firma Dealogic. El hecho es aún más significativo si se tiene en cuenta que durante ese periodo de 2010 la prima de riesgo española apenas alcanzó los cien puntos básicos, y durante el primer trimestre de 2011 ha llegado a estar en 267 puntos, y sólo apenas al final del periodo ha conseguido bajar de los 200 puntos (un hecho que pone algo más caras las emisiones de deuda).

Especialmente fluido está siendo el momento para las grandes empresas. 'Sus emisiones se colocan en menos de una hora y la mayor parte entre inversores internacionales', explican desde la sala de contratación de una entidad financiera española. Los motivos de este cambio de actitud ante lo que los expertos denominan 'papel español' (expresión que engloba a todos los títulos de renta fija que emiten empresas y bancos españoles) son varios.

El primero es una cuestión de estrategia. Con el comienzo de año, los grandes gestores internacionales reorganizan sus carteras de inversión y se dan cuenta de que, debido a los problemas de deuda de 2010, España casi había desaparecido de sus inversiones. Pero el riesgo que se le suponía al país ha caído, una vez que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha seguido al pie de la letra el guión de la reformas exigidas por los mercados y los datos macroeconómicos comienza a dar los primeros síntomas de recuperación. España ya no está en el grupo de Grecia o Irlanda y, en caso de que mejore más, ¿alguien está dispuesto a perderse una remontada? Ante la duda, se invierte.

Eso sí, de caridad nada. 'Hay mucho más apetito por el riesgo que hace un año. Y muy poca oferta en todo el mundo', explica un operador del mercado de renta fija. Y en ese marco, lo que ofrece España no es fácil de conseguir. 'Con el castigo que se le dio el año pasado, los diferenciales todavía están muy altos. Y la ecuación rentabilidad/riesgo les sale muy rentable ahora', explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

Aun así, la evolución del año está siendo muy satisfactoria. 'El tipo de interés está bajando mucho. Más para las empresas que para los bancos, porque las primeras tienen menos necesidades de liquidez y, si el diferencial está muy alto, ni se molestan en emitir', explica David Cano, socio director de Análisis de AFI . Por ejemplo, en abril, Iberdrola pagó 32 puntos menos que en enero, por una emisión a un plazo mayor (en teoría, a más tiempo, más interés). Y BBVA ha bajado sus tipos 45 puntos.

Además, la gran banca española ya se puede permitir captar dinero a cambio de ofrecer menores garantías. Las últimas emisiones han sido de bonos corporativos (avalados sólo por su propio balance) y no cédulas hipotecarias (avaladas por inmuebles). Los inversores internacionales también están cubriendo emisiones de entidades más pequeñas como Banco Sabadell, Bankinter o Popular; e incluso las cajas de ahorros han vuelto al mercado, La Caixa, sin problemas; y Caja Madrid, con mayores exigencias de avales.

No todo ha sido ver y esperar. En los peores momentos de 2010, las principales entidades españolas también hicieron un esfuerzo por buscar credibilidad y decidieron incorporarse a la principal cámara de compensación de Londres, la London Clearing House. 'Ya hay seis entidades, y se ha prohibido el acceso a más por el exceso de riesgo que ha tomado esta cámara de compensación, que ha repercutido en una subida de tipos en las transacciones que maneja', explican los gestores de renta fija, quienes todavía piensan que no ha llegado el momento de cantar victoria. A pesar de la recuperación del mercado de emisiones primario, el interbancario está muy débil. 'Hay mucha desconfianza entre los bancos y cualquier comentario, incluso positivo, puede desatar los problemas de nuevo', explican expectantes ante si Portugal es o no la última ficha del dominó europeo.

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