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La banca española necesita 26.161 millones de capital

Los líderes europeos imponen al sistema financiero un ratio mínimo de solvencia del 9%. Una vez que les permitan contabilizar las obligaciones convertibles, las cinco entidades españolas precisarán unos 18.000 millones

DANIEL BASTEIRO

La Unión Europea ha llegado a un acuerdo para la recapitalización de la banca europea y, de primeras, no deja bien situada a España. Las cinco mayores entidades españolas (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular) tienen unas necesidades de solvencia para cumplir los nuevos requisitos de 26.161 millones de euros, el segundo mayor volumen del continente tras Grecia, que precisa 30.000 millones. Mucho mejor colocados han quedado los bancos alemanes, que al final son los que ponen las normas, con una falta de 5.184 millones. Los italianos requieren 14.771 millones y los franceses, otros 8.844 millones. En total, los 70 bancos sistémicos europeos precisan un total de 106.447 millones, según cálculos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

No obstante, la cifra de la banca española se reducirá entre 8.000 y 9.000 millones una vez que pueda contar como capital de primera calidad lo aportado por las obligaciones convertibles en acciones. Las autoridades europeas han aceptado que cuenten todas aquellas que venzan antes de final de octubre del próximo año; es decir, que entrarán los 7.000 millones del Santander y parte de los 1.190 millones del Popular, como mínimo.

La devaluación de la deuda supone un coste de 6.290 millones para España

Dentro de las necesidades españolas, se incluye la pérdida que provoca contabilizar la deuda española a precio de mercado, que supone un coste para estas cinco entidades de 6.290 millones. La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, ya había advertido de que supondría un recorte del 2%.

Aunque la EBA no precisó ayer cuánto necesita cada entidad, los analistas estaban calculando en los últimos días que Santander necesitaría (una vez descontadas las convertibles) en torno a 9.000 millones; BBVA, unos 3.500 millones; La Caixa, unos 4.000 millones; Popular, unos 2.000 millones, y Bankia, unos 1.000 millones, informa Virginia Zafra.

El acuerdo al que llegaron ayer los líderes de la Unión Europea contempla que los bancos tendrán que lograr, 'antes del 30 de junio de 2012', un 'ratio de capital de máxima calidad del 9%' y contabilizar su deuda teniendo en cuenta 'la valoración del mercado'. De todas formas, la cifra definitiva no está clara, porque faltan por cerrar (se espera que en un Ecofin en los próximos días) detalles importantes, como qué tipo de deuda se valora a precio de mercado. Fuentes financieras aseguran que países como Alemania han solicitado que no sólo sea la deuda del Estado sino también la de las comunidades autónomas, las corporaciones locales y las empresas públicas. Y, para más inri, quieren que se exija un capital extra para los créditos concedidos a las administraciones públicas españolas, lo que supondría para los cinco grandes un aumento de mil millones en los requerimientos.

Las entidades que no cumplan no podrán pagar dividendos ni bonus

Una consecuencia muy importante de las nuevas exigencias de capital es que los bancos que no lleguen al 9% tendrán que someterse a 'restricciones en la distribución de dividendos y bonus' hasta lograr ese tope. La reivindicación, planteada hace dos semanas por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, pretende acabar con los casos de bancos con problemas de solvencia que reparten dividendos antes o mientras están están siendo rescatados con dinero público.

Los fondos que necesiten los bancos que no lleguen al 9% deberán proceder 'primero de fuentes privadas', como reestructuración, ampliación de capital, emisión de nuevas convertibles o venta de activos. Además, pueden reducir sus activos ponderados por riesgo para que con el mismo capital tengan un mayor ratio de solvencia. En todo caso, el Consejo Europeo insistió ayer en su comunicado de la cumbre que exigirá a las entidades que no reduzcan la concesión de créditos por el hecho de que tengan que aumentar el capital, así que esta última fórmula de reducir el tamaño tendrá vigilancia por parte de los supervisores nacionales.

Si no logran captar el capital por medios privados, las entidades podrán recurrir a los gobiernos y al fondo de rescate del euro como último recurso. La mayoría de las entidades españolas podrían alcanzar las necesidades con la generación interna de capital (con beneficios sobre todo) sin tener que acudir al mercado.

Fuentes de la Moncloa aseguraron anoche que España está en un lugar tan destacado en esta lista porque tiene a dos de las entidades más grandes de la zona del euro (Santander es el más grande) y eso supone, para bien y para mal, que todas las cifras que resultan son más elevadas.

En una nota, el Gobierno explicó que las entidades españolas sujetas a esta revalorización de la deuda pública cuentan con obligaciones convertibles por importe de 9.000 millones de euros que podrán usar para reducir esa factura inicial superior a 26.000 millones. Además, explicó que estas peticiones son 'excepcionales y extraordinarias y que por tanto no tendrán ninguna implicación para las cuentas de las entidades ni afectarán a la oferta de crédito futura a las administraciones públicas'. Con esta afirmación, el Gobierno da por hecho que habrá que aplicar provisiones adicionales para cubrir los créditos concedidos a entes públicos.

La Autoridad Bancaria Europea no emitió su comunicado hasta la medianoche, lo que generó muchas dudas entre las propias entidades españolas, a las que habían informado de que las obligaciones convertibles sumarían como capital de primera calidad y que a última hora vieron cómo no se sumaba y quedaban de nuevo como las entidades en peor situación de Europa, sólo por detrás de Grecia.

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