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Benjumea: “Abengoa no tiene ningún problema, excepto de liquidez”

La Fiscalía solicita la retirada del pasaporte para el expresidente de la compañía, que se encuentra en preconcurso de acreedores, así como firmar cada quince días en el juzgado

El expresidente de Abengoa Felipe Benjumea llega, con su abogado, a la Audiencia Nacional donde este martes declara junto al exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega, en el marco de la querella presentada por dos bonistas que les acusan de administración desleal en la empresa de ingeniería andaluza. EFE/Ballesteros

JULIA PÉREZ

MADRID.- “Abengoa no tiene ningún problema, excepto de liquidez”. Así de tajante se ha mostrado este martes Felipe Benjumea, el expresidente de la compañía sevillana que se encuentra en preconcurso de acreedores y de la que recibió una indemnización de 11,48 millones de euros.

Benjumea ha comparecido ante la juez central de instrucción 3, Carmen Lamela, como investigado por el supuesto delito de administración desleal por percibir esta indemnización millonaria poco antes de que la empresa se declarara en preconcurso de acreedores, el 26 de noviembre de 2015.

Benjumea ha justificado la indemnización percibida de 11,48 millones de euros como una compensación por su permanencia como alto ejecutivo de la empresa, fundada por su padre en 1941.

El Fiscal ha pedido que se imponga a Benjumea la medida cautelar de retirada del pasaporte para el expresidente de Abengoa, con la prohibición de salir del país, así como comparecencias quincenales en el juzgado.

En su declaración, Benjumea ha llegado a asegurar que el “problema de liquidez” de Abengoa se debe a la decisión del Gobierno de suprimir las ayudas a las renovables, primas para futuras instalaciones que fueron suprimidas en enero de 2012.

Benjumea no ha reconocido error alguno de gestión, al igual que su exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega, quien también percibió una indemnización de 4,48 millones de euros al dejar la compañía poco antes de que entrar en preconcurso de acreedores. Sánchez Ortega también ha justificado su percepción millonaria al dejar Abengoa como un pago por su permanencia en la compañía.

Sánchez Ortega está imputado por administración desleal y por información privilegiada, supuesto delito que pudo cometer cuando fichó con el fondo BlackRock, que ganó pingües ganancias con el hundimiento de Abengoa al comprar acciones a corto en posición bajista.

A preguntas de la acusación que ejercen 70 bonistas y accionistas, Sánchez Ortega ha negado en la Audiencia Nacional cualquier relación con las fuertes compras de acciones a la baja por el Fondo BlackRock un mes después de que fuera contratado. En su versión, él fue fichado para la división de internacional de BlackRock —en concreto, en el área de infraestructuras de Latinoamérica— y “no tiene acceso a la información de acciones, ni quiere tenerlo”, según fuentes jurídicas presentes en su declaración.

Embargo de bienes

Felipe Benjumea y su hermano Javier ya fueron imputados en la Audiencia Nacional en el año 2003, en una querella de la Fiscalía Anticorrupción que fue archivada por el Juzgado Central de Instrucción 4. Los hermanos Benjumea fueron investigados entonces por el intento de venta por 25 millones de euros del 3,7% de la compañía Xfera Móviles —propiedad de una sociedad de los Benjumea— a la propia Abengoa cuando ya se sabía que iba a ser un negocio fallido por el hundimiento de la tecnología UMTS.

Esta vez, el Juzgado Central de Instrucción 3 vuelve a investigar a Felipe Benjumea, en una querella presentada por 70 bonistas y accionistas por medio de la Plataforma de Afectados de Abengoa a la que se prevé que se sumen un total 450 perjudicados con participaciones que oscilan de las 30.000 a los 600.000 euros.

La instructora ha dictado el embargo de los bienes de ambos exdirectivos, por importe total de 16 millones de euros para hacer frente al pago de las responsabilidades civiles en este caso. Si bien Sánchez Ortega ha consignado el dinero, no ha ocurrido lo mismo con Benjumea.

El preconcurso de Abengoa fue presentado en un juzgado de Sevilla en noviembre de 2015. El plazo para que la empresa negocie un acuerdo extrajudicial con los acreedores financieros concluiría el próximo 29 de marzo, según los plazos marcados por la ley concursal. 

Los accionistas minoritarios consideran que el perjuicio que sufren es igual en los dos escenarios que se abrirán el 29 de marzo. Si se alcanza un acuerdo extrajudicial con los acreedores, sus acciones se verían diluidas, al igual que ocurriría si Abengoa entra en concurso de acreedores.

Felipe Benjumea dimitió el pasado 24 de septiembre de 2015, tras 25 años de presidencia de Abengoa y a causa del hundimiento en Bolsa de la compañía que decidió dejar de pagar dividendos y vender sus activos para reducir deuda.

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