Los agricultores franceses han bloqueado el paso de camiones en la frontera con España en los pirineos durante toda la mañana del jueves. La protesta, que se ha resuelto tras la intervención de la embajada española en París, ha conllevado el boicot al vino español, en tanto que los viticultores galos han paralizado los camiones españoles y han tirado el vino de su interior al suelo. 

Los franceses involucrados en la protesta también saquearon frutas y hortalizas de algunos camiones españoles e instalaron unas barricadas en el paso fronterizo para impedir el paso. Con este acto han protestado contra lo que consideran una competencia "desleal" debido a que los precios del vino producido en España son más bajos.

Los sindicatos agrarios galos involucrados en el boicot han pedido que se detengan las importaciones españolas, ya que estarían, según su visión, hundiendo a muchas explotaciones del sur de Francia. Las quejas no van contra el vino embotellado, sino contra la llegada de vino a granel para ser embotellado en el país galo.

Los últimos datos del Observatorio Español del Mercado del Vino revelan que Francia es el principal comprador de vino a granel de origen español. En la última campaña, el país compró más de 300 millones de litros de esta bebida alcohólica, lo que supone el 30% de la facturación del sector vitícola español.

Visto desde Francia, España representa el 65% de sus importaciones de vino, la mayoría a granel, y la diferencia de precios se materializa en los supermercados. El precio medio de la botella de un litro española se vende, según denuncian los sindicatos, a un precio que ronde el euro o euro y medio, mientras que el mismo producto de origen local se vende a 3 euros.

La producción española mantiene unos precios algo más bajos que los franceses, lo que ha provocado que estos hayan bloqueado la frontera para exigir a las autoridades galas medidas que mejoren la rentabilidad de sus cultivos.  "Entre la competencia extranjera, las regulaciones que nos imponen y la sequía histórica que compromete nuestras cosechas este año, pedimos al Ministro de Agricultura que nos salve", expresó el jueves el presidente de los Jóvenes Agricultores de los Pirineos en declaraciones recogidas por Euractiv.

Las organizaciones agrarias franceses han advertido que esta no será la primera ni la última jornada de protestas y han convocado una nueva movilización para el próximo 25 de noviembre. 

Quejas de las organizaciones españolas

Las principales organizaciones agrarias, COAG, ASAJA y UPA, han condenado los sucesos y han reclamado que la Comisión Europea imponga sanciones ante lo que consideran un "ataque" a productos españoles que han sido cultivados y exportados en condiciones de plena legalidad.

Montse Cortiñas, vicesecretaria general de UPA, ha calificado los hechos de "intolerables" y ha reclamado acciones legales. "Pedimos a la Comisión Europea que tome cartas en el asunto y al Gobierno español que se ponga en contacto con el francés para que esto no se vuelva a repetir. Esto no es una protesta, es un ataque contra los productos españoles", denuncia. 

Desde COAG señalan que las acusaciones de competencia desleal por parte de los agricultores galos chocan de lleno con los principios del mercado agrario europeo. La organización recuerda que los viticultores españoles también afrontan un año marcado por la sequía y las pérdidas. "No se puede tolerar que esto vuelva a ocurrir y que además el Gobierno francés no haga nada. Los productores españoles tenemos el mismo derecho que cualquier otro ciudadano europeo a la libre circulación de mercancía", ha dicho Andrés Góngora, portavoz de COAG.