Los socialistas han vuelto a recurrir al argumento de la incomodidad en IU de la nueva consejera de Obras Públicas y Transportes de Andalucía, Rosa Aguilar, para justificar su salida de la formación. 

Si ayer era el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien apuntaba a que Aguilar estaría más cómoda en el Gobierno andaluz, hoy ha sido el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, quien ha ido más allá al afirmar que 'se encontraba muy incómoda desde el punto de vista político, ideológico y estratégico'.

Chaves ha afirmado —en TVE— que ha 'podido comprobar' que 'a lo largo de los últimos años había discusiones y enfrentamientos continuos' y lamentó que éstos se produjeran 'incluso con la agrupación provincial y local'. 'Eran quienes más debían apoyar a Aguilar, que era la diputada de Córdoba', ha argumentado Chaves.

Preguntado si la idea de contar con Rosa Aguilar en el nuevo Gobierno autonómico había sido suya, Chaves aseguró que se trató de una decisión de 'muchas personas'.

'El actual presidente de la Junta de Andalucía es diputado por Córdoba y tiene y tenía una muy buena relación Aguilar', subrayó.

Chaves ha considerado que el presidente Griñán 'tiene que ser candidato en 2012'.

'Lo tiene seguro', ha afirmado, antes de recalcar que él 'tenía muy claro que las elecciones 2008 iban a ser mis ultimas elecciones' y subrayó que 'ya no podía ni debía presentarme'.

'En mi interior tenía muy claro que estas iban a ser mis ultimas elecciones y en un momento dado se lo comunique al presidente del Gobierno y al secretario general de mi partido', subrayó.

Sobre la posibilidad de ser recriminado por haber dicho que se iba a volver a presentar, Chaves argumentó que 'no podía admitir que mi partido en una situación de crisis económica estuviera con la cabeza puesta donde no tenía que estar' y subrayó que el PSOE debe estar 'con la cabeza puesta en la crisis, en cómo afrontarla y no en problemas de sucesión'.