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Griñán medita situar a Mar Moreno como número dos

Favorita de Ferraz en su día para sustituir a Chaves, podría ocupar Presidencia

ANTONIO AVENDAÑO

Los prolegómenos del congreso extraordinario que los socialistas andaluces celebrarán del 12 al 14 de marzo no podrían ser más plácidos. Ni un solo ruido orgánico. Ni un solo reproche de puertas afuera y muy pocos de puertas adentro. Ni una sola lista alternativa de compromisarios, quienes designarán casi con toda seguridad por unanimidad a José Antonio Griñán como nuevo secretario general del partido en sustitución de Manuel Chaves.

Aunque el presidente andaluz quiere que no sea un congreso sólo de nombres, sino también de ideas, sabe que no puede impedir que hasta su celebración todas las conjeturas se centren ahí. Según fuentes socialistas consultadas por Público, el secretario provincial de Huelva, Mario Jiménez, y la consejera de Educación y en su día candidata de Ferraz para sustituir a Chaves, Mar Moreno, son dos de los nombres que baraja Griñán para el día siguiente del congreso regional.

El virtual ascenso de Mar Moreno en el Gobierno como número dos sería un triunfo personal y político no sólo suyo, sino también de su valedor Gaspar Zarrías, ex secretario provincial de la poderosa agrupación de Jaén y actual número cuatro de la ejecutiva federal del PSOE, cargo en el que relevó precisamente a Moreno. Segundo de Chaves hoy en el Ministerio de Política Territorial, Zarrías ha sido durante el último decenio el hombre fuerte del Gobierno andaluz, el responsable de las áreas más sensibles y férreo escudo de protección de Chaves. Muchos dirigentes y cargos coinciden en este diagnóstico: 'Griñán necesita un Zarrías'. El presidente prefirió, sin embargo, poner al frente de la Consejería de Presidencia a Antonio Ávila, un hombre de su total confianza y de probada eficiencia, pero de perfil más bien técnico.

Jiménez estaría destinado a ser portavoz del grupo parlamentario, en sustitución de Manuel Gracia, y la segunda dejaría la cartera de Educación para ocupar un puesto de mayor peso político en el Gobierno. Griñán no olvida que Mario Jiménez fue el primero en ponerse abiertamente de su lado cuando se desató la pugna soterrada entre el presidente y Luis Pizarro, vicesecretario socialista. También parece seguro que le espera un sillón en el Consejo de Gobierno al actual secretario provincial de los socialistas granadinos, Francisco Álvarez de la Chica. En todo caso, Griñán llevará a la práctica su idea de reducir el tamaño de su ejecutivo.

El presidente no quiere pisar en las estructuras provinciales del PSOE más callos de los imprescindibles para formar su propio equipo de fieles. Sabe que el partido desea pasar cuanto antes el trago de un congreso en plena crisis económica y sabe que ese sentimiento le otorga amplio margen de maniobra para designar piezas clave en la dirección del PSOE, en el grupo parlamentario y en el Gobierno.

El actual secretario de organización de la ejecutiva regional, Rafael Velasco, seguirá ocupando un lugar relevante en el círculo más próximo a Griñán, aunque es poco probable que continúe siendo el portavoz del partido y su referente único ante los medios, como lo viene siendo hasta ahora. Un responsable socialista sostiene que 'no se puede llevar el día a día del partido, con las tensiones y roces que eso genera, y luego ser la cara pública'.

Por otro lado, las fuentes dan por seguro que Luciano Alonso, consejero de Turismo, seguirá en el Gobierno merced a su cercanía con Griñán y a su alianza con Miguel Ángel Heredia, secretario de Málaga, frente a los históricos Salvador Pendón y Marisa Bustinduy.

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