El presunto miembro de ETA Andoni Zengotitabengoa, detenido en Lisboa el jueves cuando intentaba viajar a Venezuela, fue recluido este viernes en prisión preventiva por el Tribunal Central de Instrucción Criminal (TCIC) de la capital lusa.

La defensa del detenido informó a los periodistas de la decisión del Tribunal, que le procesará por práctica, adhesión y apoyo al terrorismo en relación con el almacén de explosivos que fue encontrado el pasado 4 de febrero en la ciudad lusa de Obidos.

Zengotitabengoa, fue trasladado al tribunal para ser interrogado desde la Unidad de Combate contra el Terrorismo de la Policía Judicial, donde permanecerá recluido mientras la Justicia lusa decide si lo entrega a España, donde está reclamado por la Justicia española.

El abogado portugués José Galamba, que representa al presunto etarra, informó a los periodistas de que en su comparecencia el acusado se identificó, hablando en español, pero se acogió al derecho de no declarar.

Zengotitabengoa, uno de los dos presuntos miembros de ETA que vivían en la casa de Obidos donde se encontró alrededor de una tonelada de explosivos, fue apresado anoche en el aeropuerto de Portela, en las afueras de Lisboa, cuando el pasaporte mexicano falso que llevaba despertó sospechas.

La policía lusa logró identificarlo con ayuda de las autoridades españolas pese a que intentó cambiar su aspecto con unas gafas graduadas falsas y tinte en el pelo.

El ministro de Justicia portugués, Alberto Martins, y el de Interior, Rui Pereira, hicieron una declaración a la prensa en la que subrayaron la existencia de 'indicios seguros' que relacionan al detenido con ETA y con los explosivos de Obidos.

Los dos ministros expresaron la voluntad de que Portugal no sea un 'puerto seguro' para la organización terrorista aunque reconocieron que no podían descartar ni confirmar que haya más etarras en Portugal.

Además de Zengotitabengoa están también detenidos en Portugal Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, apresados el pasado 9 de enero tras huir de un control policial español cerca de la frontera cuando trasladaban hacia Portugal una furgoneta con explosivos y componentes para fabricarlos.