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La 'Gürtel' pasa una factura mínima a Camps y Aguirre

La corrupción no evita que refuercen sus mayorías absolutas pero les hace perder votos y convierte su tendencia a la baja en una excepción dentro del PP

ALICIA GUTIÉRREZ

Los comicios del domingo confirman que el PP ha afrontado la corrupción con un coste electoral que se aproxima a cero. Pero constatan, también, que el caso Gürtel ha echado un pequeño borrón sobre la cuenta de resultados electorales de Esperanza Aguirre y Francisco Camps, presidentes de las dos comunidades donde la red corrupta operó a sus anchas y obtuvo decenas de millones en contratos públicos. Aguirre y Camps retroceden en votos y porcentaje respecto a las autonómicas de 2007. El president valenciano baja un 3,64%; su homóloga madrileña, el 1,55%. Traducido a sufragios, lo anterior significa que Camps ha recibido 68.855 papeletas menos que hace cuatro años. Y Aguirre, 47.502 menos.

Camps pierde el grueso de esos 68.885 votos en Valencia, escenario principal de OrangeMarket. Es decir, de la franquicia levantina de la red Gürtel, que obtuvo más de siete millones en contratos públicos de la Generalitat y que presuntamente pagó los trajes por cuya aceptación Camps está en espera de juicio por cohecho pasivo impropio (soborno en su grado más leve).

Camps ha perdido 68.855 sufragios, la mayoría de ellos en Valencia

En el conjunto de la circunscripción valenciana, el PP registra ahora en las autonómicas 54.145 sufragios menos que en 2007. En la ciudad del Turia, Rita Barberá, aun manteniendo su mayoría absoluta, pierde un 4,33% de sus votos anteriores y un edil.

En un contexto de euforia azul, Aguirre y Camps bajan teniendo como gran denominador común el escándalo de la Gürtel. Hay otras dos comunidades, de las 13 que celebraron autonómicas el domingo, donde el PP obtiene peores resultados que en 2007. Pero en las dos concurren elementos excepcionales: en Asturias, la irrupción de Francisco Álvarez-Cascos; en Navarra, la ruptura de 2008 con UPN, bajo cuyas siglas había acudido el PP hasta ahora a las urnas en la Comunidad Foral.

A efectos prácticos, la factura es mínima tanto en el País Valencià como en Madrid: la debacle del PSOE ha otorgado un diputado más al PP en Les Cortsvalencianas. El beneficio ha sido aún mayor para Aguirre, que gana cinco escaños.

La bajada de Aguirre ha sido más leve: 47.502 papeletas menos

El arañazo en la granítica fachada electoral de Aguirre tampoco posee efectos prácticos en el mapa municipal, aunque sí se detectan signos de malestar. En los cuatro municipios madrileños donde la operación Gürtel se saldó con la imputación de sus respectivos regidores, el PP ha renovado mayoría absoluta con nuevos candidatos.

Pero las revalida perdiendo cuatro ediles en Boadilla (de 16 a 12), dos en Majadahonda (de 14 a 12) y otros tantos en Pozuelo (de 19 a 17). En cambio, gana dos (de 12 a 14) en Arganda del Rey, escenario del pelotazo urbanístico destapado en el caso y que reportó al considerado jefe de la red, Francisco Correa, una comisión ilegal de 13 millones.

En Boadilla, Pozuelo y Majadahonda, el PP retrocede en las municipales

A diferencia de Aguirre, que se libró de los imputados en Gürtel, Camps afrontó las elecciones con sus listas cargadas de presuntos implicados en ese episodio de corrupción y en el caso Brugal.

El president de la Generalitat ha logrado que una decena de dirigentes involucrados en presuntos manejos turbios renueven sus actas de diputado a Les Corts. Como subrayaba el jueves The New York Times, Camps ha buscado lavar en las urnas la mancha de la corrupción. Igual que Berlusconi, subrayaba el rotativo más influyente del mundo. A priori, su triunfo electoral no le salva de su imputación en el caso de los trajes ni de que las cuentas del PP sean finalmente investigadas por el Tribunal Superior valenciano (TSJCV), que ha dejado pasar el 22-M antes de pronunciarse.

Pero, salvo en un puñado de municipios no muy relevantes, excepto la alicantina Orihuela, la maniobra le ha salido bien. Por ejemplo, refuerza su mayoría absoluta la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, cuya imputación pide Anticorrupción por el otro gran caso de corrupción valenciana, el Brugal. Su candidatura municipal ha logrado 11.739 votos más que la lista presentada por el PP en 2007. Y eso significa que Castedo gobernará con 18 concejales, frente a los 15 del anterior mandato.

Y en Orihuela, la imputada en el caso Brugal Mónica Lorente ha ganado 652 votos adicionales. Pero ha perdido la mayoría absoluta, aunque muy posiblemente podrá gobernar de nuevo.

En otras comunidades donde la corrupción ha sido santo y seña de varias administraciones del PP, la factura es también inapreciable. Por ejemplo, en Murcia, el PP repite mayoría absoluta idéntica en la capital meses después de que su concejal de urbanismo y su número dos fueran imputados por favorecer, presuntamente, a varias empresas. En otras localidades con alcaldes o exalcaldes imputados, como Águila, Totana y San Javier, el PP ha ganado las municipales.

La victoria se ha repetido en otra comunidad cuyo Tribunal Superior de pendiente investigar el caso Gürtel: Castilla y León. Allí, la lista autonómica de Ávila fue encabezada por José Manuel Fernández Santiago, Toti, presidente de las Cortes regionales en la pasada legislatura. Según la Policía, Toti cobró sobornos de la red corrupta. Su candidatura logró los mismos cinco escaños que en 2007, aunque con 2.848 votos menos.

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