La necesidad de reformar el Senado es una de las pocas cuestiones en la que coinciden todos los partidos políticos desde hace años. Pero no fue hasta ayer cuando los grupos de la Cámara Alta consiguieron llegar a un nuevo acuerdo para dar el primer paso al respecto.

Todas las fuerzas del hemiciclo avalaron la creación de una ponencia en la Comisión de Reglamento de la Cámara para establecer las pautas de esa modificación. La moción establece que el informe de ese grupo de estudio deberá estar listo antes de que finalice el primer periodo de sesiones del próximo año.

La iniciativa la presentó el Grupo Socialista. En el texto inicial, proponía que dicha ponencia sirviera para estudiar la posibilidad de que el Senado sea la Cámara de primera lectura en proposiciones de ley relativas a las comunidades autónomas. Durante su tramitación, el PP incorporó además las concernientes a las administraciones locales.

El texto acordado propone, asimismo, que el Senado pueda tener una 'mayor intervención' en las proposiciones de ley originadas en su propio seno y en las que procedan de las asambleas autonómicas. La moción también insta a la ponencia a que analice 'cualesquiera otras reformas' de las funciones de la Cámara Alta, para que sirvan para los fines que persigue la propuesta: 'Reforzar las funciones del Senado como Cámara de representación territorial y dotar de un mayor equilibrio al sistema bicameral de las Cortes Generales'.

Los grupos celebraron el consenso sobre la moción, aunque todos, menos el PP, apoyaron una reforma 'más profunda' del Senado.