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Verdadera comida basura para reclamar el derecho a la alimentación

Un colectivo del madrileño barrio de Lavapiés prepara una comida para las personas sin recursos con alimentos 'reciclados' de los contenedores de basura

PUBLICO.ES / EFE

La crisis económica se ha convertido en la tragedia diaria de miles de personas que han caído en la pobreza más absoluta al tiempo que ven como los servicios sociales que les permitían subsistir se ven cada vez más recortados. Es un hecho, en España hay muchas personas que pasan hambre.

La exclusión del mercado de trabajo les arrastra a los márgenes de la sociedad y la única forma que tienen de comer es rebuscar entre los cubos de basura donde los demás tiran las sobras. Eso sí, han de andarse con cuidado, pues hay una ordenanza municipal que lo considera una infracción grave y quien lo haga puede ser sancionado con 750 euros de multa, una cantidad muy considerable para el que no tiene dinero para comprar comida.

Sin embargo, frente a la exclusión del mercado de trabajo y la marginación en la sociedad metropolitana, aún subsisten a día de hoy redes de apoyo mutuo y solidaridad en aquellos barrios donde el tejido social se ha mantenido vivo. Es el caso del barrio de Lavapiés de Madrid, donde ayer alrededor de unas cien personas sin recursos fueron invitadas por el colectivo ‘El invernadero' a una cena elaborada con alimentos recogidos de la basura pero en buen estado, 'reciclados'.

Recoger alimentos de los cubos de basura está sancionado con 750 euros 'Cuántos alimentos en buen estado, precintados y todavía no caducados van a parar a los contenedores?', se pregunta este colectivo en un comunicado, en el que denomina la iniciativa, en tono humorístico, como cena de 'comida basura'. Recuerda que las tiendas de alimentación están obligadas a desechar los productos una vez que su fecha de caducidad ha vencido y que no pueden ser recogidos de los cubos y contenedores bajo multa.

Aún así, tres 'cuadrillas' de voluntarios salieron el miércoles por la noche a recoger los alimentos desechados en los contenedores, que posteriormente guardaron en sus refrigeradores para cocinarlos y servirlos esta noche a personas 'que no tienen qué cenar'.

El improvisado restaurante fue un solar situado en Lavapiés que desde hace tres años ha sido cedido por el Ayuntamiento de la capital, según se puede leer en la entrada, a los vecinos del barrio quienes lo han habilitado como huerto urbano y lugar de encuentro y recreo.

El fin, además de ofrecer alimentos a quienes lo necesitan, es denunciar que comer es una de las necesidades más primarias que los ciudadanos deben tener cubiertas, ya que viven en un país que es la duodécima potencia mundial. Con los alimentos recogidos, los 'jefes de cocina' elegirán el menú que van a preparar para los cien comensales, aunque el comunicado avanza que será una mezcla de cocina creativa con unas buenas 'manos en la masa'.

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