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Una desahuciada en Tenerife logra un alquiler social de Bankia tras cinco días en huelga de hambre

El Ayuntamiento de Santa Cruz se interesó por el caso y amenazó con retirar un millón y medio de euros que tenía depositado en la entidad al no recibir respuesta por parte del banco.

J.O

'Estamos muy satisfechos. Al final la huelga de hambre y la presión social han servido para algo'. José Manuel Corrales, concejal en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por Izquierda Unida por Tenerife (IU-XTF) rezumaba satisfacción por los cuatro costados después de que Bankia concediera a Carmen Omaña pagar 'un alquiler social en ventajosas condiciones' para poder seguir viviendo en la casa de la que había sido desahuciada hace unos días. 

Omaña estuvo cinco días sin comer acampada delante de la sede central de Bankia en Santa Cruz reclamando una solución a su caso, en concreto un alquiler social. En los últimos días se habían unido hasta 13 personas más a su huelga de hambre, dos de ellas a punto de ser desalojadas de su casa por la entidad nacionalizada. José Manuel Corrales también llevaba tres días sin comer.

Finalmente este viernes se llegó a un acuerdo tras una reunión a tres bandas en el Ayuntamiento entre el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez Esparza (Coalición Canaria), los afectados por los desahucios y varios directivos de Bankia. Además del caso de Carmen Omaña, estaba el de Alejandro, que pedía que Bankia le admitiera la dación en pago, e Inmaculada, que solicitaba que la entidad aplazara la ejecución del desahucio de su casa prevista para el próximo día 19 de noviembre. Los tres al final lograron sus objetivos, respaldados por Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Tenerife.

Dentro de su satisfacción, Corrales ponía en declaraciones a Público un pero a la felicidad: 'Al final los directivos de Bankia han admitido las soluciones que les propusimos el lunes. Entristece que haya habido que dejar de comer durante cinco días o que una mujer se suicide en Barakaldo para lograr algo que se podía haber hecho antes'. 

'Entristece que haya habido que dejar de comer durante cinco días o que una mujer se suicide en Barakaldo para lograr algo que se podía haber hecho antes'

Corrales se felicita por lo efectiva que ha sido en este caso 'la presión social' y el interés de los medios de comunicación. En esa presión jugó un papel destacado el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El consistorio remitió una carta a Bankia esta misma semana interesándose por el caso de Carmen Omaña. La entidad dio la callada por respuesta. Ante el silencio de Bankia el Ayuntamiento anunciaba ayer, jueves, que en represalia cancelaría sus cuentas en Bankia, donde tiene depositado un millón y medio de euros.  'Desde el Consistorio se considera que se ha ignorado completamente a esta corporación, que lo que solicita es una moratoria en los casos de desahucio, el alquiler social así como otras medidas excepcionales', afirmaba ayer, jueves, el alcalde.

Corrales recordó a Público que su grupo ya propuso hace cuatro meses que se tomaran medidas de este tipo contra las entidades bancarias. Pero entonces el Ayuntamiento, gobernado por Coalición Canaria y PSOE, dio largas al asunto. 'Dijeron que las cosas no estaban maduras. Ahora han cambiado de opinión gracias a la presión social', afirma Corrales.

El Ayuntamiento de Santa Cruz tiene un protocolo antidesahucios que incluye ayudas y alquileres sociales para las personas que se quedan sin casa. En concreto, el ayuntamiento da 1.800 euros al año para que las personas desahuciadas puedan pagar un alquiler social, una cantidad que muchas veces se queda corta.

Esa cantidad era corta para Omaña, que necesitaba una solución por parte de Bankia. Para este viernes a mediodía IU-XTF y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) habían preparado lo que ellos denominan 'una acción contundente'. Su idea era 'colapsar el funcionamiento normal de la oficina abriendo una cuenta e ir ingresando un céntimo por persona', según explicaba Corrales. 

Al final no fue necesario. 'Recibí una llamada convocándonos en el Ayuntamiento con los directivos de Bankia', cuenta el concejal. Y ahí se llegó a un acuerdo. 

Bankia tardó en dar una respuesta, pero finalmente la dió. Antes de conocerse el acuerdo, fuentes de Bankia consultadas por Público destacaban que la entidad siempre mantiene 'una posición negociadora' en este tipo de situaciones. 'Cada caso se analiza individualmente. Bankia no quiere desahucios. Desde 2009 se han practicado 80.000 renegociaciones de hipotecas, con lo que se ha evitado una media de 70 desahucios al día', subrayaba la portavoz de Bankia. 

En la línea de facilitar una salida, 'Bankia ha ofrecido soluciones a Omaña', afirmaba esa misma fuente. Pero lo cierto es que la solución llegó tras una huelga de hambre y saltar el caso a las portadas de los periódicos.

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