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Albert Vilalta y Roque Pascual llegan a Barcelona tras su largo secuestro

Los cooperantes dicen encontrarse bien a su llegada al aeropuerto de El prat y destacan la labor del Gobierno para conseguir su liberación

PÚBLICO.ES / AGENCIAS

Albert y Roque ya están en casa. Casi nueve meses después de haber sido secuestrados en Mauritania por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), los cooperantes catalanes han llegado a Barcelona.

El avión Falcon de las Fuerzas Aéreas Españolas que les ha traído desde Burkina Faso, y en el que viajaban sus esposas y la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez,  aterrizó a las 01:17 horas en el aeropuerto de El Prat. Los dos cooperantes fueron recibidos a pie de pista por sus familiares más cercanos Alicia Gámez, la tercera cooperante raptada y que fue liberada el pasado 10 de marzo, y demás compañeros de la ONG Barcelona Acció Solidària.

Pasadas las 02:30 horas, Albert Vilalta y Roque Pascual comparecían ante la prensa tras pasar reunidos más de una hora con sus seres queridos en una sala privada del aeropuerto. Se mostraron serenos y en aparente buen estado de salud, aunque Vilalta caminaba apoyándose en una muleta, a consecuencia de las heridas sufridas en la acción del secuestro, y Pascual estaba más delgado por los kilos perdidos durante el cautiverio.

'Estamos muy agradecidos y muy orgullos de nuestro Gobierno'

'Hoy es un día importantísimo para nosotros porque hemos estado nueve meses en un secuestro muy duro y ya tenemos la libertad. Somos libres, estamos muy contentos y muy emocionados', manifestó Vilalta, que fue el primero en tomar la palabra.

Los dos cooperantes, con ropas occidentales, y visiblemente cansados y emocionados, se han mostrado en todo momento enormemente agradecidos por las labores diplomáticos del gobierno español que han conducido a su puesta en libertad.

'Nos consta que el Gobierno ha hecho un esfuerzo diplomático muy importante con todos los países de la zona. Estamos muy agradecidos y muy orgullos de nuestro Gobierno'. Asimismo, Vilalta destacó también las muestras de apoyo en Catalunya y el resto de España, porque eso les ha hecho resistir 'un secuestro tan salvaje', y la 'moderación' de la prensa.

Vilalta también ha hablado sobre el trato recibido durante los meses de su cautiverio. 'Nos han tratado de manera correcta dentro de sus condiciones de vida, muy duras en el desierto. Hemos vivido como viven ellos, comido lo que ellos comen y dormido como ellos duermen'.

'Esto no resta nada la gravedad de la naturaleza de lo que hemos vivido. Nos han arrancando de nuestras vidas casi nueve meses, ha sido muy duro. Desde allí nos llegaban las muestras de apoyo de España y Catalunya y eso nos ha dado ánimos para seguir adelante. Gracias a todo el mundo', concluyó Vilalta.

'Hemos vivido como viven ellos, comido lo que ellos comen y dormido como ellos duermen'

Por su parte, Pascual quiso destacar que tanto él como su compañero se encuentran bien 'a pesar de estos nueve de las meses y de las carencias con las que viven esta gente', en alusión a la forma de vida de los secuestradores. 'Estoy muy agradecido de toda la gente que se ha manifestado. Nos soy consciente todavía de todo el apoyo recibido. Quiero dar las gracias al Gobierno español por su gran trabajo y paciencia'.

Y cuando parecía que terminaba su discurso, Roque volvió a coger el micrófono para concluir: 'que sepáis que haré todo lo posible por intentar compensaros este gran disgusto. Sobre todo os pido una cosa, me voy de vacaciones, a la vuelta ya hablare'. 

Roque, que no pudo contener la emoción, nada más concluir su comparecencia ante la prensa se fue corriendo a abrazarse con algunos de sus compañeros de la ONG Barcelona Acció Solidària, que no pudieron evitar comentar lo delgados que han visto a los cooperantes liberados y darse abrazos entre unos y otros mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, informa Jordi Mumbrú. 

A pesar de que la expectación por la llegada de los dos cooperantes era enorme, como demoestraba el centenar de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos que les aguardaban en las dependencias de la T-2, a petición de la familia no se ha permitido grabar el aterrizaje del avión en el que viajan, el descenso de la aeronave ni el primer encuentro de Vilalta y Pascual con sus familiares.

'Que sepáis que intentaré compensaros este gran disgusto'

En la comitiva de bienvenida estaban también los alcaldes de Barcelona y Santa Coloma de Gramanet, Jordi Hereu y Nuria Parlón, respectivamente y el president de la Generalitat, José Montilla, quien se congratuló del regreso de Vilalta y Pascual y de un momento de felicidad 'para toda la gente que se ha movilizado, que se ha sensibilizado ante este largo periodo de privación de libertad'.

El viaje de regreso de los cooperantes se inició el domingo por la tarde cuando saltaron las primeras informaciones sobre su liberación. Hasta el lunes al mediodía, el Gobierno no hizo oficial la feliz noticia esperando el momento en el que Pascual y Vilalta llegaran junto a los enviados del Ejecutivo español, que les esperaban en territorio de Burkina Faso.

Antes de alcanzar la frontera de este país, los dos cooperantes hicieron un trayecto de unas 20 horas desde algún lugar del norte de Mali a la frontera con Burkina Faso escoltados por un grupo de 'hombres de confianza' de AQMI y acompañados por Shafi.

'Estamos felices, es un gran día para nosotros', dijo Vilalta desde Uagadugú 

La posibilidad de que surgiera algún contratiempo en ese desplazamiento, desde que fueran asaltados por contrabandistas a que volvieran a ser secuestrados, empujó al Gobierno a ser extremadamente cauteloso con la información que daba.

Una vez en Burkina Faso, al que llegaron en helicóptero desde Malí junto a Mustafá Imam Shafi, el mediador de las negociaciones entre los terroristas y el Gobierno español, fueron recibidos por el presidente del país y se encontraron con sus esposas.

Desde la capital de Burkina Faso, Uagadugú, se recibieron las primeras imágenes de los recién liberados. Vilalta fue el primero en realizar las primeras declaraciones de los ex secuestrados tras sus casi nueve meses de cautiverio: 'Estamos felices, es un gran día para nosotros', declaró ante los periodistas después de aterrizar en Uagadugú.

La célula de Al Qaeda que secuestró a los tres españoles también ha hablado. En un comunicado en audio enviado al diario El País, los terroristas vinculan la liberación con la satisfacción de 'algunas de sus exigencias'. En la grabación, los secuestradores aseguran además que la forma en que han gestionado la resolución del rapto el Gobierno y los servicios secretos españoles 'es una lección para los servicios secretos franceses', en alusión a la fallida operación de rescate del cooperante galo Michel Germaneau, que precipitó su ejecución.

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