Chacón está en todas las quinielas para liderar el PSOE después de la histórica derrota del 20-N, pero de momento no suelta prenda. La ministra de Defensa, ha evitado desvelar este sábado si será candidata a la Secretaría General del PSOE y sólo ha subrayado que la elección del próximo líder se hará mediante un 'ejemplar ejercicio democrático', a su llegada al Comité Federal que analizará peor resultado electoral que los socialistas han obtenido desde el inicio de la democracia.   

'Los ciudadanos ya han hablado, ahora quienes han de hablar los militantes del PSOE', ha declarado a los periodistas. 'Vamos a demostrar que somos un partido responsable, con vocación mayoritaria y vamos a salir adelante haciendo un ejemplar ejercicio democrático y tras él saldremos unidos, saldremos más unidos, sabremos hacerlo bien', ha añadido, sin responder a la pregunta de si dará el paso.

'Quienes han de hablar son los militantes del PSOE'

La ministra siempre ha estado en boca de todos a la hora de que pudiera dirigir el PSOE. Ahora bien, con la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a principios de 2011, la ministra perdió la posibilidad de liderar a los socialistas después del golpe de mano de Patxi López y que aupó a Rubalcaba a ser el candidato en las elecciones generales. Chacón tuvo que recular y ceder el paso al exministro de Interior. 

Sin embargo, después de la derrota del PSOE, algunos líderes le han animado a presentarse, como Tomás Gómez. El líder de los socialistas madrileños, que tuvo que enfrentarse a Trinidad Jiménez -candidata de Férraz- en unas primarias para liderar la candidatura del PSM a las elecciones autonómicas,  aseguró que si fuera Chachón 'daría un paso frente' y calificó su candidatura como un 'revulsivo'.

Otros, como José Bono, han criticado veladamente su posible paso adelante. 'Creo que debemos apostar a la grande, es decir, por España, y no a la chica, que son los territorios que integran España' aseguró el expresidente del Congreso y que ha pedido un 'español sin complejos'.

Bono siempre ha sido muy crítico con algunas posiciones del PSC.  Además, sus votos fueron clave para que no ganará la Secretaría General en el Congreso del año 2000, cuando Zapatero venció por nueve votos frente al entonces presidente de Castilla La Mancha.