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Defensa quiere expulsar de una vivienda militar a un sargento y a su hija menor para realojarlos en una sola habitación 

Pasar de un apartamento de dos habitaciones con un baño a una sola habitación con baño es la idea que tiene el Ministerio de Defensa de 'alojar' a sus militares y sus familiares trasladados por destino. Está pasando en la Base Aérea de Torrejón, en donde quiere echar de su vivienda a un sargento que lleva más de nueve años viviendo allí, siempre ha pagado "religiosamente" el canon (o alquiler) y que, además, tiene una hija menor a su cargo.

Imagen de archivo de la Base Aérea de Torrejón, en Madrid
Imagen de archivo de la Base Aérea de Torrejón, en Madrid. MdD

La Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, está viviendo una situación cuando menos chocante: una decena de familias se han visto en la obligación de abandonar su domicilio de un día para otro y sin alternativa residencial factible. De hecho, el caso de una familia monoparental es especialmente llamativo: un sargento con una hija menor a su cargo (plena patria potestad) ha visto cómo le echan de su apartamento dentro de la base y le 'facilitan' como alternativa una habitación para los dos con baño individual en otro edificio. De hecho, este afectado interpuso una demanda el pasado 3 de octubre.

En este último caso, tal y como informa a Público el abogado de los militares demandantes, Antonio Suárez-Valdés, es especialmente llamativo por tratarse de una familia monoparental. Así, un sargento que tiene a su cargo de manera exclusiva la patria potestad de una menor, recibió el 27 de mayo una orden de desalojo de su hogar —un pequeño apartamento de dos habitaciones y un baño— y se le ofrece una sola habitación en la residencia militar conocida como El Gato.

Tras presentar un recurso de alzada, el general de brigada Pablo Guillén García, jefe de la base de Torrejón, insistía en una resolución de principios de agosto de este año en que el sargento debía abandonar su casa, a las que refiere como "habitaciones", y le ofrece "la posibilidad de reubicarse en una habitación doble con baño individual en el edificio 121 [El Gato], debido a las necesidades de alojamiento imperantes" y señala la reciente llegada de nuevos militares destinados a la base.

A pesar de que este caso es posible verificar que el afectado vive en su casa —un apartamento en el edificio 123 del complejo residencial del recinto militar— desde hace nueve años, y que este sargento se encuentra en activo y destinado en la misma base, la posición del Ejército del Aire (y por tanto, del Ministerio de Defensa) es rotunda: tiene que irse de ahí, y además no se motiva concretamente por qué.

Otros militares ocupaban otros apartamentos en el mismo edificio —un brigada, una sargento y su hijo, un teniente…— y los tuvieron que abandonar a lo largo del año por órdenes similares; ninguno de ellos ha vuelto a ser ocupado, algo que choca directamente con las "necesidades de alojamiento imperantes" en abstracto que alegan los mandos superiores.

El general jefe de la base llega incluso a cambiar en sus escritos la catalogación de ese apartamento en concreto, de alojamiento logístico militar (que es la que ha tenido en los últimos nueve años) a residencia logística militar, que cuentan con condiciones y normas diferentes y que, según el abogado del demandante, "no tiene amparo alguno según la normativa vigente".

Además, por si fuera poco, se añade una especie de triquiñuela extra para 'razonar' la expulsión del sargento de su casa: Defensa no considera el apartamento de dos habitaciones como una unidad, sino como dos habitaciones separadas (5XX y 5XXa), una división que no existe en la realidad.

Demanda de los vulnerables

Algunos de los militares afectados han decidido interponer una demanda por lo Contencioso-Administrativo. En concreto, el sargento con la hija a su cargo —cuya madre la abandonó y huyó a Italia con una nueva pareja— entiende que se está vulnerando su derecho a su vivienda.

"En ningún caso el interesado puede elegir el tipo de alojamiento como si fuera un derecho"

El Ejército del Aire deja claro que el acceso a la vivienda "no es un derecho que se deba otorgar 'sí o sí', sino que es una facilidad". "En ningún caso el interesado puede elegir el tipo de alojamiento como si fuera un derecho", asegura, pese a que lo que el sargento (y las demás familias afectadas) lo que están pidiendo es que no les echen de sus casas para llevarles a un hotel.

En el caso del sargento afectado y su hija se les ofrece como alternativa una sola habitación para los dos, algo que, además, podría atentar contra la intimidad de ambos y el bienestar habitacional de la menor, que en estas circunstancias incluso "puede quedar en situación de desamparo".

Sin embargo, para el jefe de la base de Torrejón, vivir en la misma habitación que su padre son "condiciones dignas para cualquier menor de edad, pudiendo desarrollar su vida en condiciones óptimas, teniendo en cuenta además el espacio al aire libre del que se dispone para el esparcimiento alrededor de dicha residencia".

Es decir, para el Ejército del Aire, se "preserva la intimidad de la niña junto a su padre exclusivamente". Lo que quiera que ello signifique.

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