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La enseñanza rural, en peligro de extinción

Los recortes en educación hacen peligrar la atención de niños de pequeños núcleos rurales o procedentes de entornos desestructurados.

MARIOLA MORENO

Una mesa revestida con un hule estampado es el pupitre. En la cocina familiar de Cepedelo (Viana do Bolo, Ourense), Nerea coloca las fichas de un dominó gigante con ayuda de su madre. Carmen, la mediadora, no quita ojo. Hasta que cumpla 6 años y empiece a ir a la escuela, la pequeña verá a su profe Carmen dos veces al mes. El resto del tiempo serán sus padres los encargados de ponerle deberes.

Durante el curso pasado, 3.964 familias gallegas como la de Nerea se acogieron al programa Preescolar na casa. Desde su nacimiento en 1977, el proyecto ayuda en la educación de niños de pequeños núcleos rurales o procedentes de entornos desestructurados, para los que asistir a clase a diario no es fácil. Pero, tres décadas después, el recorte de ayudas públicas hace peligrar su continuidad. La Fundación Preescolar na Casa, de la que depende el programa, precisa en torno a un millón de euros al año para seguir adelante, pero este curso no saben de dónde sacar el dinero.

La Xunta de Galicia ha recortado y retrasado los pagos de la subvención

'La Xunta nos subvencionaba con 700.000 euros, pero este año nos ha concedido sólo 200.000 euros, que todavía no hemos cobrado; al Ministerio de Sanidad le solicitamos una ayuda de 350.000 euros que confiamos recibir', detalla Carmen Sanmillán, directora de la Fundación.

De la recepción de los fondos públicos dependerá que prosiga el programa, que ya ha iniciado el curso con la mitad de personal. 'El patronato presentó un expediente de regulación de empleo temporal que ha afectado a 19 personas', cuenta José Expósito, representante de los trabajadores. Expósito admite que ya no saben a qué puerta llamar para conseguir fondos. Han tratado de buscar financiación privada y solicitado ayuda a los ayuntamientos pero, aunque 'la respuesta ha sido buena', no es suficiente.

Una educadora cree que 'la mitad de las familias se quedará sin el servicio'

'Los padres nos están llamando para ver cuándo empezamos', cuenta inquieta Maite Santiago, que ha pasado de atender a 210 familias a quedarse sin trabajo. 'Incluso en colectivos en riesgo de exclusión, que acudían un poco obligados, nos dicen que nos echan de menos', añade.

Aunque los más perjudicados serán los niños. Silvia Carril, que empezó a acudir a las clases de Preescolar na casa cuando todavía estaba embarazada de Xes, ya no podrá volver este año con su hijo. La localidad en la que residen, Cangas (Pontevedra), es una de las afectadas por la reestructuración. 'Me siento decepcionada, mi hijo tiene una discapacidad auditiva y verse rodeado de niños le viene muy bien', rememora con pena. 'Calculo que la mitad de las familias se quedará sin recibir el servicio', lamenta también Carmen Carballo, mediadora familiar.

La directora, Sanmillán, destaca que el patronato 'siempre se ha mantenido al margen de cualquier opción política' y, aunque admite que los ajustes presupuestarios de la Xunta han sido 'brutales', no está dispuesta a desistir: 'Mientras podamos, no vamos a bajar la calidad del servicio. Nuestra prioridad seguirán siendo los más desfavorecidos, aunque no podremos llegar a todos como antes', concluye.

Por su parte, la responsable de Benestar de la Xunta, Susana López Abella, interpelada en comisión parlamentaria por el PSdeG, se limitó a afirmar que el programa está 'muy valorado' por el Ejecutivo autonómico, pero ni una sola mención a la asignación de fondos.

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