El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para aclarar un ataque premeditado y con tintes xenófobos en un cuartel. Según publicó ayer El Pais, una decena de militares encapuchados entraron el pasado 8 de febrero en el acuartelamiento de El Bruc, en Barcelona, y propinaron una paliza a tres soldados de origen latinoamericano que se encontraban de baja médica y descansando en sus literas. Las víctimas, dos colombianos y un ecuatoriano, tuvieron que ser atendidas después en un hospital cercano de las lesiones leves y magulladuras provocadas por los golpes y patadas. Los hechos son especialmente graves porque sucedieron a plena luz del día y sin que mediara provocación alguna. Aun así, fuentes militares indicaron a Europa Press que la causa podría ser un “asunto laboral”.

Dos de los agresores fueron rápidamente identificados y ya han sido arrestados. El número de los implicados oscilaría entre seis y diez. Se da la circunstancia de que uno de ellos es de origen marroquí. La investigación está siendo llevada a cabo por el Grupo Operativo de la Inspección General del Ejército.

Segundo incidente

Se trata del segundo incidente de estas características en pocas semanas. El pasado 24 de enero alumnos españoles y latinoamericanos de una escuela del Ejército del Aire en Zaragoza se enzarzaron en una pelea. Dos miembros de cada grupo implicado fueron castigados con 14 días de arresto. En aquella ocasión,
el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, calificó la reyerta de “caso aislado”.

Actualmente hay 5.440 extranjeros que forman parte de las fuerzas armadas, un 7% del total. Precisamente el mes de mayo pasado se aumentó al 9% el porcentaje máximo de extranjeros en filas. Hasta ahora, según Defensa, su integración no ha sido problemática. Tres de los seis soldados muertos en el ataque de junio contra las fuerzas españolas en Líbano, eran colombianos, y uno de los dos fallecidos en Afganistán en septiembre, ecuatoriano.