La previsión de los convocantes de que hoy se manifestarán en Madrid más de 15.000 guardias civiles exigiendo mejoras en sus condiciones de trabajo promete devolver el enfrentamiento con el Gobierno a los niveles de dureza vividos a finales de la pasada legislatura. La rectificación que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) hizo el jueves de la decisión de la Delegación del Gobierno de prohibir el acto ha avivado el interés por la marcha entre los agentes, según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO).

Prueba de ello es la decisión de los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, de acudir a la protesta e intervenir al final de la manifestación. CCOO ha venido participando activamente en todas las protestas de AUGC, no así UGT.

El 21 de enero de 2007, 3.000 agentes se enfrentaron a la expulsión del Cuerpo manifestándose de uniforme en la Plaza Mayor de la capital, un hecho sin precedentes en la historia de la Guardia Civil. Exigían la regulación del asociacionismo y la supresión de la aplicación del Código Penal militar, promesas electorales del PSOE. Aquel acto, como otros convocados posteriormente por AUGC, contó con la autorización de la Delegación del Gobierno. La Dirección General expedientó después a una veintena de dirigentes de la asociación y dos leyes orgánicas, aprobadas en los estertores de la legislatura, parecieron colmar las reivindicaciones de la AUGC, asociación que cifra en más de 30.000 sus afiliados, de los casi 85.000 miembros del Cuerpo.

Los agentes exigen equiparar su jornada laboral a la de los policías

Uno de los logros de 2007 está en el origen de la diferencia de criterio entre Interior y el TSJM. La Ley de Derechos y Deberes de los Guardias Civiles establece que estos 'no podrán organizar manifestaciones o reuniones de carácter político o sindical'. El Gobierno entiende que el acto de hoy tiene ese carácter, pero el Tribunal considera que las asociaciones actúan en el marco que les otorga la Ley; esto es, para la mejora de las condiciones profesionales de los agentes. Así las cosas, al Ejecutivo no le quedó otra opción ayer que acatar la sentencia y advertir de que velará por que la manifestación se desarrolle en el marco de la convocatoria.

Durante la presente legislatura, la asociaciones renunciaron a su reivindicación de una subida del 5% en el salario por motivo de la crisis económica y se centraron en intentar mejorar la jornada laboral de los agentes.

La marcha acabará frente a la sede de la Dirección General

Su principal reivindicación ahora son las 166 horas de trabajo frente a las 144 de la Policía Nacional, espejo en el que se suelen mirar los guardias civiles para exigir sus mejoras. La aprobación esta misma semana de una orden general sobre horarios y jornada laboral, que no cuenta con el consenso de las asociaciones, no ha conseguido frenar la protesta.

Ayer, las asociaciones se esforzaban en aclarar que la manifestación en Madrid nada tiene que ver con un intento de desmilitarizar la Guardia Civil. Este es un objetivo histórico de AUGC, que siempre ha defendido que los guardias civiles son policías, no soldados, y que deben depender únicamente del Ministerio del Interior, desprendiéndose definitivamente del de Defensa. Sin embargo, recalcan los convocantes, esa aspiración, que cuenta con la oposición de PSOE y PP, no es objeto de la protesta de hoy.

Los manifestantes partirán a mediodía de la glorieta del Presidente García Moreno hasta alcanzar la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno. Allí tomarán la palabra los líderes de las dos asociaciones convocantes, Alberto Moya (AUGC) y Francisco García (UO), expedientados recientemente por acusar a Interior de tratarlos como a 'terroristas'.

La marcha también contará con la participación de los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández y Cándido Méndez, inmersos en la preparación de la huelga general. CCOO ha venido participado activamente en todas las protestas de AUGC, no así UGT.

La líder de UPyD, Rosa Díez, habitual de estos actos, ha anunciado su presencia, mientras que el PP mantuvo su habitual ambigüedad en las reivindicaciones de las asociaciones, apoyando la marcha pero evitando la participación en la misma de ninguno de sus responsables.