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El PP da la prueba por superada y mira ya hacia la Moncloa

Cree que Rubalcaba se comportó como 'un hooligan' y que fue a hacerle un interrogatorio a su líder

MARÍA JESÚS GÜEMES

Traje oscuro y corbata azul, color corporativo del PP. Así fue como se presentó el líder conservador, Mariano Rajoy, en el debate después de que se filtrara que estaba dudando si se ponía una roja. Fue sólo una anécdota pero dio cuenta de hasta qué punto el candidato de la derecha trató de cuidar hasta el mínimo detalle un cara a cara al que llegó habiéndose estudiado todas las fichas como si se presentara a una oposición.

Los suyos lo vieron 'firme y claro' y les sorprendió que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, 'se pusiera a meter miedo y a hacerle un interrogatorio como si fuera un periodista incisivo y correoso' en vez de utilizar su turno para exponer sus propuestas.

Para el PP, Rubalcaba se comportó como 'un hooligan'. 'Sólo atribuyó insidias porque no tenía materia para criticar', indicaban desde el partido. Su conclusión: 'Rubalcaba se estrenó como jefe de la oposición y trató a Rajoy como si fuera ya presidente'.

En la sede nacional se mostraban satisfechos del resultado. Si en el 2008, para ellos Rajoy ya había ganado a pesar de lo de 'la niña' y enredarse con la guerra de Irak, ayer estaban entusiasmados. Les pareció que había superado la prueba con creces y que ya sólo le queda el trámite de las urnas para llegar a la Moncloa.

El equipo de Rajoy defendió que se había explicado muy bien aunque fueron muchas las preguntas que no respondió y los asuntos que no aclaró, como por ejemplo qué recortes hará si gobierna. Rajoy leyó mucho de los documentos que llevaba pero para sus colaboradores fue exhaustivo y no se le vio nervioso. El líder del PP, al que le bastaba con el empate, evitó las polémicas y no entró al ataque, si acaso a la burla: 'Al único que veo confudido es a usted', le espetó a Rubalcaba cuando este le preguntó por la ambigüedad de su programa.

La derecha cree que el candidato del PSOE se estrenó como jefe de la oposición 

Evitó entrar a analizar la gestión de las comunidades gobernadas por el PP, argumentando continuamente que se manejaban datos 'falsos'. Y, según su formación, cumplió su objetivo al denunciar que la situación 'es insostenible' con cinco millones de parados. En el primer bloque, tras confundirse llamando a su rival 'señor Rodríguez Rubalcaba' le reprochó que era 'corresponsable' de la crisis, mantuvo que la burbuja inmobiliaria también era responsabilidad del PSOE y garantizó que no iba a 'meter dinero público' en los bancos. Acusó a Pérez Rubalcaba de 'mentir' una y otra vez y le echó en cara que no hubiera hecho antes lo que ahora defendía. Rajoy afirmó que no pensaba tocar el seguro de desempleo y presentó una rectificación del medio que lo había publicado.

En el segundo bloque recordó que el Gobierno había sido el responsable 'del mayor recorte social' de la democracia y aseguró que él no iba a 'congelar las pensiones'. Cuando Rubalcaba le reprochó que en el programa del PP no hay ninguna mención a la financiación de la sanidad pública, le restó importancia. En el tercero, no quiso entrar en el tema del matrimonio homosexual. En materia antiterrorista coincidió con Rubalcaba y reconoció que le había dado 'un estacazo' al hablarle de seguridad. Nadie habló de corrupción.

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