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El pupilo de Blanco

Asume el cargo en un momento difícil por las fracturas territoriales

C. M.

Sin haberse desconectado nunca de la capital donde reside su familia y de la dirección del PSOE, Óscar López (Madrid, 1973) preparó el hatillo en 2008 y se marchó a Valladolid. Allí instaló su cuartel general de secretario general del PSOE de Castilla y León y presentó su candidatura a presidir la Comunidad en las elecciones de mayo de 2011. La derrota fue severa, como las encajadas por todos los socialistas en las autonómicas.

Su elección ayer como secretario de Organización del partido sienta las bases de su regreso a Madrid. Esto, sin embargo, tendrá que 'reflexionarlo' primero con su gente, según comentó en una comparecencia para explicar las resoluciones adoptadas por el 38º Congreso. De momento, sigue siendo líder regional y senador. Unas tareas que tendrá que compaginar con las orgánicas que se derivan de su nuevo cargo. Y en un momento especialmente delicado, con muchas federaciones fracturadas por la pugna entre Rubalcaba y Chacón y con los congresos regionales a la vuelta.

La elección de su número tres no fue complicada para Rubalcaba. Según reconocen en su entorno, estaba cerrada a primera hora de la madrugada del domingo. Pero López no descansó mucho. Entre otras cosas porque él fue uno de los que trabajó en el encaje de las piezas para conformar la dirección del PSOE

Licenciado en Ciencias Política, el dirigente del PSOE empezó a acuñar el título de joven promesa de los socialistas en el 2000, tras la llegada de Zapatero a la Secretaría General. Pero sobre todo tras la de José Blanco a la Secretaría de Organización, que hoy ocupa López. En este grupo figuran también Antonio Hernando y el diputado Pedro Sánchez

Recién llegado de Bruselas, donde trabajó como asesor del Grupo Parlamentario Socialista en el Europarlamento, López empezó a trabajar y a destacar a las órdenes de Blanco como coordinador de la Secretaría de Organización y Acción Electoral. Un área en el que ha crecido políticamente y del que conoce sus numerosos intríngulis. En el 36º Congreso entró en la Ejecutiva de vocal.

En las dos campañas electorales que ganó el PSOE con Zapatero, él puso su granito de arena. Su relación con Alfredo Pérez Rubal-caba se ha ido estrechando con los años, sobre todo en la segunda legislatura del Gobierno socialista.

Los dos comparten su afición por el fútbol y los colores. En concreto, por el Real Madrid.

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