Una de las 'mil caras' de la crisis es que ya se percibe el riesgo de desigualdad territorial en la prestación de los servicios públicos básicos. Ante la emergencia de esa nueva amenaza para los ciudadanos más desprotegidos, Alfredo Pérez Rubalcaba lanzó ayer una nueva promesa electoral para 'garantizar unos mínimos' que preserven la igualdad en la atención sanitaria o educativa para todos los españoles, con independencia del lugar donde vivan.

El candidato del PSOE planteó 'una revisión parcial' del sistema de financiación autonómica para 'reasignar el dinero' que reciben las comunidades autónomas y elevar del 75% al 80% el porcentaje de los recursos destinados a la sanidad, la educación y los servicios sociales. Ese porcentaje supondría, según sus cálculos, un incremento de 4.500 millones en gasto social de las comunidades autónomas.

Para evitar su desviación a otros fines, como en ocasiones ocurre ahora, plantea también una reforma legal que establezca la obligatoriedad de dedicar ese dinero a las políticas sociales.

Rubalcaba anunció su nuevo compromiso electoral durante una rueda de prensa con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, con el que se reunió durante una hora en la sede del sindicato. Aunque UGT, como recordó Méndez, hace ya tiempo que decidió no pedir el voto para ningún partido concreto, el candidato del PSOE presentó como aval para pedir el voto de los trabajadores una 'sintonía más que apreciable' con la organización sindical creada por el mismo fundador del PSOE Pablo Iglesias.

Tal sintonía se puso de manifiesto en el análisis de la situación económica, a pesar de 'algunos matices'. Y también en la exigencia del secretario general de UGT al PP para que aporte 'claridad y concreción' a su programa porque, según coincidió con Ru-balcaba, 'no cuadran las cifras con el discurso de rebaja de los impuestos'.

Además, el sindicato hará un llamamiento público a la participación, que conviene también a los intereses del candidato del PSOE, que tiene en la abstención su principal adversario.

El dirigente sindical no ocultó su 'gravísima peocupación' ni su 'visión francamente pesimista' ante la evolución de una situación que no dudó en calificar 'de emergencia'. 'Si se mantienen políticas de ajuste tan duras, los problemas pueden agravarse en 2012 y sin perspectivas de mejora para 2013. La recesión ya no es una hipótesis descabellada', advirtió Méndez.

El secretario general de UGT apoyó la propuesta de Rubalcaba para que la Unión Europea flexibilice los plazos para cumplir los objetivos de déficit. El candidato del PSOE insistió en la necesidad de 'revisar el calendario del ajuste' para ganar algún margen de maniobra contra los efectos perniciosos del ajuste. Además de pedir a Alemania que levante el pie, reclamó una actitud 'beligerante' del Banco Central Europeo contra los especuladores y también que invierta para dinamizar la economía a través del Banco Europeo de Inversiones.

De las encuestas no quiso hablar Rubalcaba más que con los hechos: 'No hago pronósticos. Mi teoría es que hay que mirar adelante y, si las encuestas no te van bien, trabajar más'. Dicho y hecho.