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El 1-S Gitano tomará la Puerta del Sol

El colectivo mostrará su indignación por la persecución de la que viene siendo objeto en distintos lugares, sin excluir a España

JUAN JOSÉ TÉLLEZ

El 1 de septiembre ha sido el día elegido por los gitanos de medio mundo -desde Brasil y Argentina a la vieja Europa-para hacerse visibles, movilizarse y mostrar su indignación por la persecución de que dicho colectivo viene siendo objeto en distintos lugares, sin excluir a España.

En nuestro país, las movilizaciones se sucederán en distintas ciudades, pero especialmente en Madrid, en donde el 1-S Gitano vuelve a tomar como referencia a la Puerta del Sol, en donde se celebrarán concentraciones desde las once de la mañana y, tanto a mediodía como a media tarde, se procederá a la lectura de un manifiesto en las que los gitanos españoles invitan al resto de la sociedad a hacer causa común con todos ellos: 'Gitánizate', es el lema elegido para esta jornada.

'El 1 de Septiembre Gitano es un movimiento abierto, no tutelado, en el que todos los ciudadanos comprometidos con la causa de los derechos humanos podamos hacer oír nuestra voz por la igualdad de los gitanos, su promoción social y el libre ejercicio de sus derechos. Intentamos que los gitanos entren, de una vez por todas, en la agenda pública europea con sus voces y sus intereses en primer plano, sin mediaciones, sin filtros, sin tutelajes, sin paternalismos, como ciudadanos de pleno derecho'.

Así se explica uno de los promotores de esta iniciativa, José Heredia Moreno, sociólogo, escritor y comunicador, quien este viernes, durante una rueda de prensa celebrada en la sede del Consejo de la Juventud de España, ha denunciado que 'en toda Europa se están ocurriendo barbaridades con la población gitana', a la sazón, 'la minoría más numerosa y también la más silenciada'.

'Además, la situación está empeorando con la crisis actual, ya que ésta utiliza a los gitanos como chivo expiatorio. Por eso queremos reunirnos, para alzar la voz y lanzar un grito contra estos acosos', señaló ante los periodistas durante la presentación de la I Jornada Internacional contra la Gitanofobia, que también tomará carta de naturaleza en otras ciudades españolas, como Barcelona o Granada, pero que sin embargo, no ha podido convocarse en poblaciones como Córdoba, por problemas burocráticos: 'Nos dijeron que tendríamos que haber pedido permiso con un mes de antelación', aseguran algunos gitanos cordobeses que se desplazarán mañana a otras localidades para sumarse a lo que pretende ser un masivo grito del silencio.

'La crisis utiliza a los gitanos como chivo expiatorio'

A José Heredia Moreno, de casta le viene al galgo. Sociólogo, ha trabajado en revistas de culto como La mirada limpia, en documentales o en programas de televisión como Andalucía Sin Fronteras. Es hijo del poeta José Heredia Maya, uno de los primeros gitanos en pisar la universidad española y ejercer como profesor en ella. Su padre fue el autor de uno de los espectáculos que marcó la normalización de la situación gitana en España, Camelamos naquerar, protagonizado por Mario Maya y cuyo título, traducido del caló, vendría a significar Queremos hablar.

Ahora, los gitanos camelan naquerar de nuevo. Según Pepe Heredia Moreno, por esa persecución tácita y tolerada que incluye 'las esterilzaciones masivas -de jóvenes gitanas- en República Checa o en Eslovaquia, los asesinatos y las persecuciones en Hungría, el acoso en Rumanía, Bélgica, Croacia, Macedonia, Bulgaria'. Por no hablar, que también, del desmantelamiento sistemático de asentamientos e infraviviendas utilizadas no sólo por gitanos sino por diferentes colectivos en situación de pobreza extrema. El derribo de chabolas en España no perseguiría, según Heredia, un compromiso social para la reubicación de sus habitantes, sino un simple gesto populista 'con motivaciones especulativas sobre el territorio'.

Para el sábado, en Madrid, se han convocado dos concentraciones. La primera, entre las 11:00 y las 14:00 horas y, la segunda, entre las 17:00 y las 19:00 horas. En ambas ocasiones, se guardará un minuto de silencio y se procederá a la lectura de un manifiesto consensuado, cuya redacción final lleva la firma de Nicolás Jiménez, otro joven intelectual gitano. Además, se pondrán en escena 'performances' sobre las persecuciones y se abrirá a la participación a un 'espacio libre de expresión'.

Según Heredia, no se trata sólo de una concentración gitana, sino de todos aquellos que quieran hacerse solidarios con la causa de dicho pueblo, presente en nuestro país desde finales del siglo XV y que fuera objeto de persecución a lo largo de la historia. La Constitución de 1978 derogó las ordenanzas internas de la Guardia Civil que forzaban a prestar una especial vigilancia a los miembros de dicho colectivo, especialmente los nómadas o andarríos, que debían presentarse ante los cuartelillos de la Benemérita cada vez que llegaban o abandonaban una ciudad: 'Somos un pueblo solidario y por eso, también nos preocupa, este 1 de septiembre, el hecho de que se suprima las tarjetas de atención sanitaria a los inmigrantes sin papeles o a los jóvenes que carezcan de trabajo o no hayan cotizado', añadió Heredia.

'Lo único que estamos haciendo es hacer valer nuestros derechos'

A su lado, se encontraban otras activistas del 1-S, como Patricia Caro, que intentaba sintetizar el espíritu de esta indignación romaní: 'Desde una perspectiva racional, lo único que estamos haciendo es hacer valer nuestros derechos, porque nosotros somos ciudadanos y nos corresponde un lugar en la sociedad para el cual estamos absolutamente capacitados para ocupar, y desde una perspectiva moral, tenemos la obligación de gritar que esto es absolutamente inadmisible; no podemos permitir que en pleno siglo XXI se sigan cometiendo actos que se producían en los años 30 y 40'.

La gitanofobia existe, aunque a veces esté tapada. A veces, ni siquiera se trata de represión sino de desprecio: 'Los gitanos de Canarias nos sentimos olvidados', protestaba recientemente José Carmona, desde dicho archipiélago. En el manifiesto al que se dará lectura hoy se rechazan de plano los crímenes de lesa humanidad contra el pueblo gitano en distintas zonas de Europa y se exigirá 'que se respeten los Derechos Humanos, así como los derechos y la cultura de los gitanos; al tiempo que reclama la colaboración de las distintas administraciones para lograrlo'.

'El 1 de septiembre no es un fin -añade a su vez Soraya Giménez-. Se trata del comienzo de una larga lucha para no seguir consintiendo estas atrocidades'.

Desde hace más de tres décadas, asociaciones como la Unión Romaní o el Secretariado Gitano vienen reuniendo a este colectivo, a través de un microcosmos de organizaciones más pequeñas y a veces incluso locales. El 1-S pretende imprimir una renovación al movimiento asociativo, sin renunciar en cualquier caso a tradiciones tan particulares como el himno que les une, el Gelem Gelem, cantado en romanó. 'Nací gitano -escribía Heredia Maya treinta años atrás-./ Si no soy bueno,/ será por algo'. Ahora, muchos de los gitanos españoles ya estudian en la universidad y combaten el analfabetismo y otras lacras sociales, pero la exclusión recae ahora sobre las espaldas de búlgaros y de rumanos. Los nuevos canasteros, sometidos al capricho de las leyes y su aplicación por parte de los ayuntamientos o de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.

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