La Sala del 61 del Tribunal Supremo estimó la recusación presentada por Baltasar Garzón contra cinco de los siete magistrados designados para juzgarle, por haber abierto la primera causa penal por los crímenes del franquismo, porque con 'su participación en la fase de instrucción habían llegado a tener una relación con el objeto del proceso que les inhabilita para poder participar con garantías de imparcialidad en el enjuiciamiento'.

La resolución que cuenta con el voto discrepante del presidente de la Sala de lo Militar, Ángel Calderón, partidario de rechazar el incidente de recusación explica que la Sala resolvió más de 20 recursos de Garzón durante la instrucción desarrollada por Luciano Varela. Desde el auto de admisión a trámite hasta el que avaló las correcciones que el instructor hizo a las acusaciones personadas, pasando por el que rechazó los testimonios solicitados por el juez de la Audiencia Nacional.

Ello hace 'difícil pensar que con tanta resolución interlocutoria y de tan variada naturaleza no hayan llegado los magistrados a tener un conocimiento claro de la cuestión que allí se debatía'. Y más en un caso donde la comisión del delito de prevaricación imputado se centra en la propia resolución que en su día dictó Garzón al declararse competente.

Tras negar que la recusación se presentara fuera de tiempo como sostenían los magistrados aludidos, la Sala sostiene que las actuaciones que realizaron para evitar contaminarse y poder estar en el juicio se debieron a 'un buen fin' y no a 'un interés en que la solución final del proceso lo fuera en un sentido o en otro'.