Dominio público

El "efecto llamada" de Mazón y la realidad

Ana Pardo de Vera

Una de tres, o muy ignorante o muy hipócrita o ambas cosas: el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que cogobierna con Vox, el partido negacionista de la violencia machista y de la educación sexual, entre otras aberraciones, ha sugerido que una violación grupal de menores a una niña de 13 años en Crevillent (Alicante) podría ser un "efecto llamada" de las resoluciones judiciales que han decidido rebajar algunas penas a agresores sexuales por culpa de la aplicación de la llamada ley del solo sí es sí.

Concretamente, Mazón se ha referido hace unos días a la rebaja de un año de la pena de cárcel de Ángel Boza, uno de los miembros de La Manada de Pamplona, cuya violación grupal a una menor en julio de 2016 fue el detonante de la citada norma que se centra en la protección de las víctimas de agresión sexual, además de en la condena de los agresores. Esta rebaja ha sido la confirmación de las distintas y muy controvertidas interpretaciones que los jueces están dando a la ley orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual, según las explicaciones que dio en Público Esther Erice, la magistrada discrepante en la citada rebaja del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN).

Las palabras de todo un presidente autonómico a la hora de condenar una violación grupal de menores a una niña provocan, a la vez, indignación y angustia por la frivolidad con la que se está tratando el incremento de la violencia sexual ejecutada por niños y sufrida por niñas, acciones que no dejan de ser la continuación de un legado cultural violento y machista, incrustado en la sociedad desde hace siglos, y que ahora se ve agravado con una revolución digital de cuya gravedad e incidencia en nuestras vida no hemos sido conscientes y que se nos ha ido de las manos, sin educación, sin prevención, sin vigilancia,... sin nada.

Hay mucho daño hecho ya, pero este mal solo viene a subrayar el de la historia de la humanidad; el que permanece en un subsuelo de la realidad, en un sótano oscuro al que nos negamos a entrar. Con esta sensación salí la semana pasada del estreno en Madrid de Ava, el corto de Mabel Lozano, guionizado también por Isabel Peña (As Bestas), en donde se condensa uno de los máximos exponentes de la brutalidad de los hombres contra las mujeres ante la indiferencia del resto del mundo: la trata de mujeres con discapacidad. Más sumisas, más calladas ... Lo que quieren muchos hombres.


El corto es tan bestia, tan sutilmente terrorífico, tan real y doloroso que corta la respiración. Recomiendo al presidente valenciano que lo vea, apenas le quitará tiempo y le hará llegar ese "olor" peor que el de un animal encerrado que solo ha sufrido maltrato, en palabras de la narradora de la historia. Ava es una niña con discapacidad captada por proxenetas, torturada por puteros -de esos con esposa e hijos, con trabajos respetables, que pululan por nuestros barrios, sonríen y dan los "Buenos días"; que van a los templos a rezar ...- y hundida durante años en un negocio cuyo fondo de crueldad nunca acabamos de ver, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

La cultura del putero, normalizada en España y en el mundo, sí es una auténtica expresión del "efecto llamada" real del sometimiento de las mujeres a los hombres, que las tratan como trozos de madera a su disposición. La responsabilidad de que esta lacra se prolongue por los siglos de los siglos, se potencie con las tecnologías, se embuta en el cerebro de nuestros hijos e hijas como si fuera parte de un comportamiento normal, también es del presidente Mazón: primero, por utilizar la violencia sexual de forma partidista; segundo, por formar parte de unas instituciones que callan y se niegan a ir al corazón de la bestia para acabar con la trata y abolir la prostitución que la reclama, y tercero, por gobernar y dar la razón a la ultraderecha que busca anular para siempre la educación sexual en las escuelas, negando asimismo a las mujeres su derecho a estar informadas y su oportunidad de ser libres. Entren en el subsuelo y vean Ava. 

El "efecto llamada" de Mazón y la realidad


  • El documental Ava ha sido seleccionado en más de 27 festivales nacionales e internacionales y ha recibido cerca de una decena de premios, entre ellos, los de Mejor Documental de Derechos Humanos en el Festival de Cine Independiente de Elche y Mejor Corto Documental en español en el Cerdanya Film Festival.
  • Ava está preseleccionado para los premios Goya 2024.
  • La directora, Mabel Lozano, ganó el Goya al Mejor Cortometraje Documental con Biografía del Cadáver de una Mujer, y ha contado en Ava con la guionista Isabel Peña, ganadora de dos premios Goya y un Premio Feroz, entre otros.

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